Hay pocas cosas en la vida que me alegren y emocionen tanto, como el despertarme todos los días y saber que soy mi propio jefe, un emprendedor, que no tengo que rendirle cuentas a nadie por mi trabajo, que hago mi propio horario y que todos los días me reto a lograr mejores cosas. Sin embargo y como lo he reiterado en el pasado, el ser emprendedor no es para todo el mundo. Pero para quienes les llega este llamado, definitivamente es una gran ruta, que aunque no es sencilla, al lograr nuestras metas es como si tocáramos el cielo.
Siendo este un blog dedicado al emprendimiento en más de una ocasión he hablado de mi experiencia como emprendedora. Así en diferentes artículos he hablado de las dificultades, la toma de la decisión, entre muchos otros temas. En esta nueva publicación seguramente mencionaré temas que ya he tratado, pero quiero hacer una recopilación de lo que considero pros y contras al ser emprendedor. Obviamente los mencionaré de acuerdo a mi óptica tanto siendo emprendedora como empleada y pueden ser sujetos de discusión. Sin embargo comparto con ustedes el día de hoy, mis opiniones con respecto a este tema.
El título de esta publicación, corto y concreto, es una de las primeras preguntas que se hacen las personas que trabajan en una empresa y tienen la ilusión de independizarse y crear su propia compañía. Obviamente no existe una respuesta perfecta a esta pregunta, dado que es un tema bastante subjetivo, sin embargo, en este espacio quiero compartir lo que pienso con respecto a este tema, siendo una experiencia por la que ya pasé hace algunos años.
Lo primero que tengo que decir es que esta es una decisión que debe tomarse con cabeza fría y debe ser evaluada en su justa medida. Así no recomiendo que lo decidamos el día en que peleamos con nuestro jefe o nuestros compañeros debido a que tenemos la cabeza caliente –como se dice popularmente-, pero tampoco debe ser un decisión que nos quedemos pensando toda la vida.
Cuando decidimos emprender muchas veces uno de los temas que más nos va a generar problemas y preocupaciones es la consecución de capital, pues será vital para poner en marcha nuestro negocio. Por esta razón tendremos que buscar diferentes fuentes de financiación como bancos, capital de riesgo, dinero de familiares y amigos y ahorros propios.
Además de esto, será muy importante que recortemos al máximo los gastos de nuestro negocio para que sea capaz de operar con lo mínimo. Cuando hablamos de reducir gastos uno de los primeros elementos que se ve afectado es el salario del emprendedor.
Son muchos los enemigos, por ponerle una palabra, que tenemos las personas que vamos por la ruta emprendedora. Al iniciar esta ruta, muchos se enfrentan con la ambivalencia de tener un trabajo fijo, quizás bien remunerado y así no sea el mejor trabajo del mundo, saben que por el momento es algo fijo y seguro. Si deciden abandonar su trabajo por ser emprendedor, están perdiendo esta seguridad, por algo que quizás todavía no ha sido probado, que tiene muchas dudas sobre su éxito y que es comparable con un salto el vacío.
Muchas personas nos hemos enfrentado a esta realidad y créame, no es una decisión fácil. Además, es una decisión que con el paso del tiempo no se vuelve más fácil, sino todo lo contrario. De hecho, generalmente es más fácil hacerlo en la juventud, dónde usualmente hay menos compromisos, que cuándo se es un poco mayor, con familia y otras responsabilidades. A veces requerimos un pequeño empujón, y esta es la razón por la cual escribo sobre este tema el día de hoy.
Cuando somos empleados, podemos definir esta situación de varias maneras. Por un lado podemos clasificarla de fuente de sustento para lograr vivir el día a día. Pero también podemos mirarla, de la forma cómo nos agrada o no la misma. Cualquiera que sea la forma cómo la veamos, dar este paso de emprendimiento puede requerir o no ese empujón adicional. Por ejemplo en mi caso, cuando iba a iniciar mi emprendimiento actual, tenía un trabajo que no me motivaba, en el cual me sentía estancado y que sabía que podía ganar mucho más dinero. Una opción era
En múltiples artículos anteriores de este Blog, hemos hablado de la importancia de crear ideas de negocios y en lo posible, después llevarlas más estructuradas, principalmente a través de planes de negocios. Estas dos etapas de la elaboración de un emprendimiento son muy importantes y lo ideal es que las dos se realicen antes de iniciar el emprendimiento. Para algunos estas etapas son muy complejas y tomarán tiempo, de hecho yo he sostenido en el pasado que es imposible llegar a la versión perfecta de un plan de negocio, pues siempre podrá ser mejor.
Ahora, después de realizar la idea y/o plan de negocios, debemos pasar a la acción. He notado que muchas veces esto no es fácil y hay muchas razones para ello. Por ejemplo, si se desarrolla un proyecto que requiere mucho capital y los emprendedores no cuentan con este, es posible que el inicio de este proyecto se dilate hasta no conseguir el mismo. En otros casos, muchos emprendedores tienen un trabajo y hasta no ver que este proyecto es una realidad no empiezan a trabajar en el mismo, y por ende nunca arranca.
Iniciar un proyecto emprendedor no es fácil, nunca lo es. Además de las dos razones anteriores que di, hay muchas más, que a la hora de la verdad se convierten en excusas para no dar el primer paso. Puede que estas razones sean muy válidas y estoy seguro que lo son, pero si no damos ese primer paso el resultado es que nunca se va a iniciar el proyecto.
En este artículo quiero invitarlo a que dejemos esas excusas al lado y se de el primer paso. Puede que no tengamos el dinero, ni el tiempo, ni la experiencia ni muchas otras cosas más. Pero si no nos
Existen un sinnúmero de historias y razones sobre la forma como diferentes personas terminaron trabajando en emprendimientos. Algunos lo habrán hecho por dinero, otros por flexibilidad, otros por metas personales, pero al final se llega a un mismo punto donde se evalúa que tan bien les fue en su emprendimiento. Yo creo que este resultado depende de una gran número de elementos, entre los cuales está el tipo de equipo que se formó para realizar dicho emprendimiento. En esta publicación abordaré dos equipos gerenciales que según mi punto de vista no son los mejores, pero que añadiéndoles ciertos ítems pueden funcionar de una muy buena manera.
El primer grupo gerencial que mencionaré es el que está conformado por familiares y/o amigos. Recuerde que este tipo de relaciones interpersonales son muy diferentes a los negocios y a sus requerimientos y por tal motivo no siempre los mejores miembros de familia, ni los mejores amigos resultan siendo buenos socios para los negocios.
Del anterior párrafo quiero resaltar las palabras “no siempre”, pues como es lógico, no es posible generalizar. De esta manera considero que si usted desea asociarse con amigos o familiares debe aprender a desarrollar un excelente ojo crítico. Esto implica saber separar sus sentimientos y emociones de su emprendimiento y poder definir claramente lo que este requiere. Es muy probable que dentro de su círculo social, existan personas con cualidades importantes que le puedan aportar mucho a su negocio naciente. Así que de acuerdo a esto, más que integrar a las personas a su negocio porque tengan un vinculo
En mis casi 15 años dedicado al emprendimiento, he notado que muchas veces los Emprendedores no tenemos del todo claro las metas y objetivos finales. Es usual que se diga algo como «quiero crear empresa», «quiero ser independiente» o «quiero ser reconocido con mi labor como empresario». Estas afirmaciones son buenas para iniciar, pues establecen una primera ruta, pero me he dado cuenta que a veces son algo vacías y se debe ser más preciso, cosa que rara vez se encuentra en emprendedores, especialmente en los primeros años.
La idea aquí es ser los más preciso posible y plantear, ojalá por escrito, lo que se desea hacer. Por ejemplo, en lugar de decir que se quiere crear empresa, se podría decir algo como «crear una empresa en el sector industrial, que en 10 años cuente con una nómina de XX empleados, niveles de ventas de YY millones de dólares anuales y presencia en ZZ países». Claro, aquí entra el componente de soñar, pero esa es la idea. Entre más claro tengamos la meta final, creo que es más fácil lograrlo.
Muchos dirán que aquí puede ser difícil lograr estas metas y objetivos, por qué nuestra imaginación nos puede llevar a crearnos grandes metas. Sin embargo, nuevamente eso es lo que debemos buscar. Muchos escritores y guías han hablado al respecto, de cómo es mejor apuntar muy alto que pensar en metas menores. De esta forma sabremos que estamos buscando algo muy alto, lo cual nos mantendrá ocupados por un buen tiempo. Si apuntamos muy bajo, será más fácil de lograr, pero quizás quedemos satisfechos con algo que estaba muy inferior a lo que verda
En estos días estaba hablando con un amigo quien me contaba que estaba iniciando un emprendimiento, pero que al mismo tiempo continúa empleado y recibiendo un sueldo todos los meses, lo cual le brinda una estabilidad. Hace algún tiempo yo estuve en una situación similar y esto me llevó a pensar un poco sobre el asunto. Existen quienes consideran que para hacer un emprendimiento, uno se debe enfocar solo en este y abandonar el resto de cosas que se tienen. Otros piensan que es posible mezclar actividades y precisamente este es el tema que deseo abordar hoy.
Cualquier emprendimiento, sin importar su tamaño, requiere de tiempo y sacrificio del emprendedor o grupo emprendedor. Definitivamente el emprendimiento no se realizará solo, por lo cual somos nosotros los llamados a sacarlo adelante. Lo que se debe notar, es que existen emprendimientos que requieren de mayor dedicación que otros. De la misma forma, somos nosotros quienes decidimos que tiempo le vamos a dedicar, para elementos secundarios como la presencia. Existe una frase muy popular que dice «que el que tenga tienda, que la atienda». Claro, podemos contratar a alguien para que «atienda la tienda» por nosotros, pero puede que para algunos negocios, esto no sea una opción.
¿Cuánto Requiere el Emprendimiento de Mi?
Al iniciar un emprendimiento, este nos va a necesitar. Si es un emprendimiento nuevo, debemos trabajar en la idea de negocio, plan de negocio, estudio de mercado, análisis financiero, entre otros. Y en una etapa posterior debemos buscar locales, personal y demás. Dependiendo de la complejidad del negocio y la velocidad con la que desee sacarlo adelante, usted podrá dedicarle solo unas cuantas horas a la semana, o por el contrario deba dedicarle mucho más tiempo, inc
Ayer saque unos cuantos minutos de mi rutina diaria para revisar la cuenta de Twitter de este Blog, cosa que no hacía hace rato (me da un poco de pena admitirlo ya que debería hacerlo con más frecuencia, pero bueno, las labores diarias a veces no dejan – mi primera excusa). En fin, durante este proceso entre a ver varias cuentas de usuario que me siguen (¡que además ya superan los 2200 usuarios!) y encontré una frase, totalmente sencilla, común y corriente, pero que me hizo pensar y reflexionar por un buen rato. La frase fue: «No más Excusas» y la encontré en el perfil de Emprende_Perú.
Definitivamente esta frase es sencilla, mundana, común y corriente, ordinaria y seguro, una que hemos escuchado cientos o miles de veces en nuestras vidas. Pero como sucede con muchas cosas en nuestra vida, no tomamos en cuenta estos pequeños consejos y solemos estancarnos. Esta frase la tomé en el ámbito emprendedor y me di cuenta como muchas veces los emprendedores posponemos las cosas. Entre otros, por que no damos el paso para crear nuestra empresa, el renunciar a nuestro trabajo, el concretar la cita con quien nos pueda apoyar económicamente o la llamada al proveedor que sabemos nos podrá ayudar. Muchas veces llegamos a un punto en el cual es más fácil crear una cosa, lo que sea, que afrontar las situaciones. Y es que si lo queremos, siempre podremos crear una excusa, para lo que sea.
Hoy no Fío, Mañana Si
En Colombia como en muchos países latinoamericanos existen muchísimas tiendas de barrio, las cuáles son pequeños locales que venden productos para el hogar, incluyendo comida y productos de aseo. Estas tiendas tienen gran auge en los barrios más pobres y es usual que usen el término fiar, que se refiere a dar los bienes al cliente y que este unos días después pague por los mismos. Sin embargo muchas tiendas han dejado esta práctica, vendiéndole solo a quienes tienen dine