
Hoy seguimos avanzando con el seriado que he dedicado a la innovación y a diferentes técnicas que existen para promover la creatividad de nuestros empleados. Recuerde las diferentes técnicas que he presentado hasta el momento: Blue Slip, análisis morfológico y lluvia de ideas. No deje de revisar estas publicaciones antes de continuar con la presente y de entender la diferencia que existe entre la innovación y la creatividad.
Así lo primero que debe hacerse es establecer la situación o problema que se desea resolver. Teniendo esto claro es posible proceder a determinar unas preguntas puntuales sobre dicha situación. Las preguntas dependerán de cada caso, pero en general pueden basarse en el listado que provee esta técnica:
- ¿Cuándo? ¿Qué clase de? ¿Con qué?
- ¿Por qué? ¿Cuáles? ¿En qué?
- ¿Qué? ¿Para cuál? ¿Acerca de qué?
- ¿Por medio de qué? ¿Con quién? ¿De qué?
- ¿Qué clase de? ¿De dónde? ¿Hacia dónde?
- ¿Para qué? ¿Por qué causa? ¿Por cuánto tiempo?
- ¿A quién? ¿De quién? ¿Más?
- ¿Para quién? ¿Cómo? ¿Más a menudo?
- ¿Quién? ¿En qué medida? ¿Menos?
- ¿Todos? ¿Cuánto?
- ¿No todos? ¿A qué distancia? ¿Para qué?
- ¿Importante? ¿Dónde? ¿De dónde?
- ¿Otra vez? ¿En qué otro lugar? ¿Más difícil?
- ¿Cuántas veces?
Una vez planeado el ejercicio y establecidas las preguntas se comparten con el grupo para que sean respondidas. Al ser respondidas la visión del problema debe ser mucho más amplio y debe proveer un mejor marco contextual para poder generar nuevas ideas y soluciones a la situación.
¡En mi próxima publicación una nueva técnica para crear!
Imagen tomada de Flickr.com
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