Ayudando a Otras Personas: Una Visión al "Karma" en los Emprendimientos

Las religiones y algunas culturas del oriente llevan miles de años hablando de cómo la vida es cíclica y en términos muy sencillos, como todo lo que hacemos se devuelve. Si hacemos una acción buena, esta será retribuida con algo igualmente bueno. En cambio si hacemos el mal, recibiremos a cambio cosas malas. Esto es lo que comúnmente se conoce como el Karma (energía metafísica que se deriva del acto de la personas), que es un término que ha permeado la cultura occidental.

Pueda que usted crea o no crea en el Karma. La verdad es que para lo que voy a escribir a continuación, no importa. En este momento no le puedo decir si creo o no creo en el Karma, pero como buen ingeniero sí creo en la física. Y en la física, la tercera Ley de Newton nos dice que para cada acción existe una reacción equivalente, pero en sentido contrario. Así que siendo bastante laxo y flexible en la interpretación de esta ley, creo que en la vida se nos recompensa por el bien que hagamos. Otra interpretación adicional la puede encontrar en la llamada Ley de la Atracción y El Secreto, pero no entraré en este tema complejo.

Dejando al lado la interpretación del Karma, quería contarle acerca de una de las motivaciones que yo tuve para crear empresa. Esta motivación aunque no se encontraba en el tope de mi lista de razones para crearla, era una muy importante, que valoré mucho en el momento y que aún pienso que es una motivación grande para crear empresa. Esta razón es poder ayudar a otros. Como veremos a continuación esta ayuda se puede llevar a cabo de muchas maneras. Yo le contaré algunas de las que he encontrado, esperando que usted me complementé con otras razones (al final de esta página, puede incluir sus comentarios).

Generación de Empleo

Cuando se crea un proyecto nuevo estamos creando empleos. En el caso de que usted sea un emprendedor independiente, al menos se estará creando un empleo: el suyo. Si es una empresa más grande, estará creando varios empleos.

En la mayoría de los países latinoamericanos enfrentamos tasas de desempleo relativamente altas. Además con la actual crisis económica y con lo que se prevé a futuro, estos indicadores seguramente subirán. Esto implica que cualquier empleo que usted pueda crear será de gran ayuda. No importa si usted solo genera un empleo, ya que esa persona que usted contrató y su familia estarán muy agradecidas por los recursos que obtienen gracias a este.

Es importante darse cuenta, que la generación de un empleo beneficia a las dos partes: al empleado y al empleador. Muchas veces los empresarios piensan que les están haciendo un inmenso favor a las personas cuando las contratan, con argumento como «cuantos quisieran tener su empleo». Es posible que otros dieran cualquier cosa por ese empleo, especialmente si la tasa de desempleo es alta. Pero la verdad es que el empleador también se favorece, pues ese empleado le está ayudando a generar valor a su empresa y en última instancia, a recibir dinero a través de la venta de sus productos. Igualmente se debe pensar el valor que tiene ese empleado para la empresa. Para esto, solo es necesario preguntarse cuánto cuesta reemplazar a ese trabajador. Los empleos deben ser valorados por las dos partes y el empresario es quien debe velar porque sus empleados estén felices y sean productivos.

De las experiencias que tuve con mi empresa, una de las más gratificantes fue poder generar trabajos. Intente en lo posible que el ambiente de trabajo fuera el mejor, aunque esto no siempre fue posible. Sin embargo con los empleados que contraté, muchos me agradecieron por haberles dado la oportunidad de trabajar en mi empresa. Para mí fue importante saber que les estaba ayudando y que el ingreso era un aporte muy importante para poder subsistir y salir adelante (muchos usaban su sueldo para continuar con sus estudios).

Cuando me vi obligado a cerrar la empresa una de mis preocupaciones era qué iban a hacer estas personas sin trabajo. Ya que todos mis empleados eran personas jóvenes y tenían buenas referencias, seguramente encontrarían un trabajo fácilmente. Pero fue algo que sin duda me afectó y me llevó a pensar y reflexionar mucho.

 

Crecimiento Profesional y Personal de los Colaboradores

Una de las características que tuvo mi empresa, por estar en el sector de tecnología y compenetrada en Internet, es que usábamos tecnologías de punta. Hasta cierto punto la empresa era una escuela donde experimentábamos con lo último de lo último. Esto fue algo que con otro de mis socios siempre impulsábamos.

Las personas que trabajaron con nosotros, principalmente ingenieros, entraban a un mundo donde se iba a aprender. Los conocimientos de las personas que aceptábamos eran heterogéneos, unos ingresaban a la empresa sabiendo más y otros menos. Pero en cualquier caso, estas personas aprendían mucho con nosotros, además de generar mucho conocimiento. Muchas veces se enfrentaban a un problema donde la estrategia era buscar y buscar en Internet, hacer modificaciones a punta de prueba y error, probando diferentes soluciones. Esto los convertía en personas muy recursivas que no se dejaban vencer ante la adversidad.

Más allá de los conocimientos técnicos que podían adquirir en la empresa, siempre quise que mis colaboradores pudieran crecer en el aspecto personal. Una empresa se convierte en un segundo hogar, donde las personas suelen pasar 5 días a la semana un periodo de 8 a 10 horas/día. En este ambiente intenté que aprendieran de mí, de mis experiencias, aciertos y errores. Igualmente debían crecer viendo a mis socios y a sus mismos compañeros. Yo se que aprendí mucho de ellos y que crecí mientas ellos trabajaban para mí.

 

Impulsando las Empresas de los Clientes

Cuando uno tiene una empresa y vende algo, el que compra lo hace porque ve un valor en este producto o servicio. Quien compra seguramente tuvo varias alternativas para realizar su compra, pero por alguna razón me prefirió a mí y a mi empresa, por ejemplo, por que ofrecía un mejor precio. Yo siempre he pensado que uno debe ir más allá y que la relación entre vendedor – comprador, debe verse como una alianza. Como yo vendía era servicios y además a empresas, esta relación fue muy clara. A pesar de que yo era el Gerente de la empresa y tenía personas que atendían directamente a los clientes, muchos solicitaban hablar directamente conmigo porque sentían mi apoyo incondicional y que mejor que hablar directamente con el gerente.Mi empresa se dedicaba a ofrecer soluciones de Internet para pequeñas y medianas empresa. La idea es que estas empresas, generalmente lejanas al tema de Internet, tuvieran la posibilidad de crecer sus mercados y ventas gracias a una presencia fuerte en Internet. El compromiso nunca lo logramos a cabalidad, pero creo que si ayudamos a unas cuantas empresas a darse a conocer vía Internet y a no tenerle miedo a este medio.

Yo nunca vendí por vender. Sabía que mis clientes tenían muchas alternativas y que yo no era indispensable. Por eso cuando realizaba una venta, tenía que convertirme en aliado de mis clientes. Si al cliente le iba bien con lo que le vendí, era un éxito mío y de la empresa. En caso de que el cliente fracasara, pues la empresa  y yo también lo hacíamos.

 

Tener el Placer de Compartir con Otros

Hoy en día con mi empresa cerrada y yo empleado, esta es la única forma que todavía tengo para devolverle al universo algo de las cosas buenas que he recibido. La experiencia que tuve con la empresa me dejó mucho conocimiento y esta es una de las razones por la cual tengo este Blog. Considero que es mi deber moral compartir estas enseñanzas con emprendedores de todas las edades. Claro, yo apenas tengo 27 años y estoy seguro que me quedan varios emprendimientos por delante, así que seguiré experimentando, aprendiendo y por supuesto, compartiendo mis enseñanzas.

Con el paso del tiempo, me he dado cuenta que el conocimiento por muy preciado que sea, pierde su valor si no lo compartimos. Obvio, esta es la razón por la cual existen los colegios y las universidades. Lo que pasa es que no me di cuenta de esto sino hasta que tuve empresa. No sé por qué, quizá sea porque antes no tenía algo tan grande para contar y compartir. Pero el poder compartir mis enseñanzas me ha traído una inmensa satisfacción y ha hecho crecer mi conocimiento (esto porque al compartir mis vivencias analizo cosas que antes sucedían y pasaban desapercibidas).

Desde que tenía empresa tuve la posibilidad de compartir mis conocimientos con otros. En unas cuantas ocasiones me invitaron a eventos universitarios donde conté mi experiencia como empresario. Las reacciones fueron altamente positivas y esto me abrió la puerta a querer compartir con otros mis logros y claro, mis fracasos. Hoy en día me centro en este Blog, que es una de mis grandes alegrías y con el cual espero seguir compartiendo visiones y creciendo día a día.

Imagen tomada de Flickr.com

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