
Hay pocas cosas en la vida que me alegren y emocionen tanto, como el despertarme todos los días y saber que soy mi propio jefe, un emprendedor, que no tengo que rendirle cuentas a nadie por mi trabajo, que hago mi propio horario y que todos los días me reto a lograr mejores cosas. Sin embargo y como lo he reiterado en el pasado, el ser emprendedor no es para todo el mundo. Pero para quienes les llega este llamado, definitivamente es una gran ruta, que aunque no es sencilla, al lograr nuestras metas es como si tocáramos el cielo.
Cuando un emprendedor me muestra su idea de producto o servicio, intento indagarle por esos elementos nuevos y/o diferenciadores que tiene frente a alternativas que ya existen en el mercado o que a futuro podría tener. Desde mi punto de vista, este es un elemento absolutamente clave para todos los emprendedores y además, será vital para el éxito o fracaso del emprendedor y su producto.
En esta serie de artículos que inicio el día de hoy, precisamente miraré esto, desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, en unas semanas miraré el tema de la diferenciación por precio, algo que es muy común en nuestro entorno, pero que no siempre es la mejor alternativa. En otro artículo miraré cómo mantener esos diferenciales con el paso del tiempo, que es otro de los grandes retos para que el emprendedor y su empresa no pierdan relevancia.
Lo invito a leer esta serie, a acompañarme semana tras semana en esta exploración de ideas y que nos aporte (a la comunidad del Blog Un Emprendedor y a mi) sus ideas, visiones y experiencias sobre este importante tema.
Imagen tomada de Flickr.com
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