El Emprendimiento como motor para la Superación Personal

Yo soy una persona tímida. De hecho, bastante tímida. Si usted ha leído algunos de mis artículos anteriores, estoy bastante seguro que esta afirmación lo está tomando por sorpresa. Y es que yo defino mi timidez como una «timidez atípica». Actualmente, con 27 años, considero que he superado mucho esta timidez. No digo que la haya superado por completo, pero si he dado pasos gigantescos para lograr este objetivo y sé que voy por el camino indicado. Esta ha sido una condición, por no llamarla problema, que me ha acompañado toda la vida y que considero la he estado superando con mis dos más grandes emprendimientos hasta la fecha: la creación de mi empresa y la vinculación a Activo 20-30 (emprendimiento social, del cual hablé en este artículo). Por el momento les voy a contar como la he ido superando durante mi vida y en la creación de mi empresa.

Recuerdo que desde una temprana edad me costaba trabajo pararme frente al público, saludar a adultos y en general, conocer personas. Hay muchas razones para esto, pero para no alargar el tema creo que se traduce en algo genético y a que de pequeño tuve diversas enfermedades que llevaron a los adultos a mí alrededor a que cuidaran mucho de mí. Esto es el pasado y no voy profundizar en este tema. Lo importante ahora es explorar lo que me ha sucedido y el cambio que he llevado a cabo en paralelo con el emprendimiento.


Este artículo se centra en la superación personal de la timidez, pero estoy seguro que aplica para otros tipos de superación personal (física, mental de actitud o lo que sea). Si la timidez no es su caso, no importa. Mi idea es mostrar más que la superación de la timidez es como el ambiente de emprendimiento nos obliga a sacar lo mejor que hay dentro de cada uno.

 

Una Gran Revelación

Mi época de colegio no fue la mejor de mi vida. Aunque siempre logré cumplir los objetivos curriculares, muchos de ellos con notas muy altas, mi timidez me limitó en muchos aspectos. En esta época tuve diversos grupos de amigos, pero retrospectivamente tuve pocos buenos amigos. De hecho actualmente habló con pocos de estos, en parte gracias a tecnologías como Messenger y Facebook que impiden que uno pierda el contacto con ellos.

Antes de iniciarme en la aventura del emprendimiento y cuando cursaba noveno grado (el colegio al que asistí es de origen estadunidense, entonces cursamos hasta el grado doce a diferencia de la mayoría de colegios colombianos que solo cursan hasta el grado once) tuve una gran revelación. Este año fui elegido con algo de displicencia de mi parte como el representante del curso ante la asamblea de estudiantes. Un profesor me empujó a postularme a este cargo porque yo no lo quería. El resultado fue una votación casi por unanimidad, pero no sé si esto se debía a los pocos candidatos, a una broma por parte de mis compañeros o por que verdaderamente querían que yo los representara. Por tranquilidad mental, supongamos que fue por la última.

Durante este año el colegio organizó para el día de las brujas (Halloween) un concurso de disfraces donde los diferentes cursos debían seleccionar un tema y hacer una presentación. Con mi curso elegimos el tema de la mecánica automotriz y junto con otro compañero organizamos la presentación. Yo acabé representando al jefe del taller y realicé una gran presentación. Las profesoras de primaria, con las cuáles yo había cursado varios niveles, quedaron impactadas de mi actuación. Es decir que a pesar de mi timidez, había logrado pararme frente a casi todo el colegio y hacer una gran actuación. Ese año nos seleccionaron como la mejor presentación y sin demeritar a mis compañeros, mi actuación tuvo mucho que ver con esto. Mi presentación fue tan buena que en años posteriores siempre que toca realizar una obra o actuar a mí me seleccionaban entre los actores principales.

En este momento fue que descubrí, casi que «sin querer queriendo» que era capaz de pararme en público, exponer un tema y sacarlo adelante. Esta experiencia sin duda fue relevante y me mostró que tenía una faceta que desconocía totalmente.

 

Superación de la Timidez

Al finalizar el Colegio ingresé a la Universidad y aunque fui una persona algo más sociable, seguía siendo tímido. En mis primeros semestres de universidad consolidé mi idea de ser emprendedor y empecé a darme cuenta que la timidez la podía vencer y que no sería obstáculo para triunfar.

Durante la creación de la empresa y en los años que esta funcionó tuve la oportunidad de vender la idea de mi empresa a un sinnúmero de personas. Logré hablar con los empresarios más importantes del país, así como con catedráticos, empleados gubernamentales, estudiantes y gente en general. Muchas de estas reuniones eran de carácter definitivo, por ejemplo, solicitando un crédito. Siempre logré mantener un buen discurso, sustentado y con la certeza de lo que estaba diciendo. No siempre salieron las cosas, pero en general el balance fue altamente positivo.

Al crear la empresa una de mis preocupaciones más grandes eran las ventas. Yo pensaba que no estaba hecho para esto, razón por la cual siempre intenté depender de terceros, en general asesores comerciales que contrataba. Hoy en día veo que esto fue un gran error y que sin problema yo me he debido dedicar de fondo a las ventas, pues conocía mejor que nadie las ventajas de mi producto y podía hablar de este tema por horas.

Aunque mi trabajo en la empresa fue 90% detrás de un escritorio, «gerenciando» la empresa, tenía un 10% donde realizaba ventas. La mayoría de estas se dieron porque no teníamos asesores comerciales (habían renunciado, estaban enfermos, etc.) y me tocaba cubrirlos. Otro porcentaje pequeño se dieron en un par de Feria en las cuáles participé con la empresa y de las cuáles me voy a referir a continuación.

En los años 2006 y 2007 tuvimos la oportunidad de participar de la Feria de Jóvenes Empresarios que realiza la Cámara de Comercio de Bogotá. Esta es una feria multisectorial para emprendedores de menos de 32 años y en la cual la Cámara de Comercio subsidia hasta el 95% de los costos. Es decir, se traducía en una ventana comercial con mucha exposición y a muy bajos costos.

En la primera versión de esta feria yo asistí con 2 asesores comerciales y uno de mis socios. Como solo éramos 4 personas a todos nos tocaba hablar con los visitantes. En esta demostré nuevamente mi superación personal, pues fui capaz de hablar con los clientes sin timidez alguna, explicándoles de manera detallada el producto, incluyendo sus beneficios, ventajas y características. Esta feria dejó un número amplió de contactos, pero al finalizar delegué el seguimiento en los asesores comerciales y volví a mi puesto de escritorio. El resultado es que a pesar de los buenos resultados en la feria, a muy pocos clientes se les logró hacer seguimiento y venta.

En la segunda versión de la feria, asistí con otras 2 empresas y teníamos un mayor número de colaboradores. Para esta versión yo asumí una posición más relajada, dependiendo de otros. Considero que los resultados en cuanto al número de contactos logrado no fueron malos, pero pudo haber sido mejor. Se podría decir que en esta feria yo asumí el rol de escritorio en plena feria y no el de vendedor. Postferia seguí detrás de mi escritorio y nuevamente los resultados comerciales no fueron los esperados.

Todo lo anterior se puede compactar diciendo que ser emprendedor requiere mucho del ser humano. No creo que todos estemos preparados para ser emprendedores, a pesar de que no existe un perfil predeterminado de lo que es un emprendedor. Para lograr ser exitoso en el área del emprendimiento, toca trabajar mucho, toca literalmente «venderse» junto con la idea y el producto o servicio. El éxito se logra no solo con el trabajo sino rompiendo con estos problemas que nos acompañan. Si no logramos superarnos nuestra capacidad como emprendedores será diezmada. Estoy seguro que si me hubiera puesto la chaqueta de vendedor desde el primer día de operaciones y la hubiera preferido por encima de la de «gerente de oficina», el resultado de la empresa habría sido uno muy diferente.

 

Querer es Poder y los Obstáculos se puede Superar

Hay 2 libros/DVDs que me han marcado mucho en el último año (después del cierre de la empresa). El primero es El Secreto de Rhonda Byrne y el segundo Milagros que se Cumplen de William Thomas Tucker. Aunque estos sean títulos muy comerciales, en especial El Secreto, de ambos aprendí sobre el poder de pedir y obtener lo que uno desea. El libro de Byrne justifica esto a través de leyes del universo y el Tucker lo hace a través de Dios. Cualquiera que sea su idea de cómo funciona el Universo y como suceden las cosas (destino, Dios, uno mismo se crear el futuro, o lo que sea), creo que estas ideas son válidas. A mí me han servido mucho y en el último año, desde que cerré mi empresa, he crecido mucho y logrado muchos objetivos. En años anteriores también logré resultados, pero sin conocer esto no fui capaz de darle una explicación a como lo lograba.

Yo quise estudiar en una gran universidad y lo logré. Después quise tener una empresa y la tuve. Quería obtener financiación  para la empresa y también lo logré. Todo esto requirió trabajo, dedicación y por qué no, algo de suerte. Yo sabía que tenían las capacidades para sacar la empresa adelante, pero muchas veces no creía en mí mismo. Uno de mis más grandes errores fue pensar que yo no era capaz de sacar adelante el área comercial. Y claro, como iba a ser capaz de hacer esto si yo soy tímido y  no soy bueno para las ventas. Además, con estas condiciones, sería difícil transmitir a mis asesores comerciales lo que la empresa requería para las ventas. Que equivocado estaba.

Si en este momento fuera a crear empresa lo primero que haría, sería trabajar fuertemente en el área comercial desde el día uno. Por un lado porque sé que tengo las capacidades y lo que me queda de timidez no sería un obstáculo. Segundo, porque creo y sé que soy capaz de hacerlo. Sería un proceso donde se presentarían problemas sin duda, pero más que todo habría mucho por aprender.

Así que nuevamente, no importa el tipo de limitante que usted tenga. No importa si es algo físico, mental, de actitud o de lo que sea, usted podrá superarlas. Y si le metemos a esta ecuación el amor por el emprendimiento, esto se potenciará. Lo repito, no cualquier persona puede ser emprendedor, es una tarea muy dura pero a la vez muy satisfactoria. Si usted cree que puede ser un emprendedor, confié en sus capacidades, venza esos obstáculos y su idea saldrá adelante.

 

Y para finalizar…

En este momento yo me doy cuenta que cuando deseo salir de mi «caparazón de la timidez» lo puedo lograr si lo quiero. Si veo una razón para ser extrovertido lo hago, pero cuando esta situación finaliza vuelvo a mi estado anterior. Sin embargo cada vez soy menos tímido. Si usted me hubiera conocido hace 10 años y me conoce hoy, se daría cuenta que hoy en día soy mucho menos tímido. Pero todavía me falta y estoy seguro que con el camino del emprendimiento un día me voy a levantar diciendo «ya no soy tímido». Con el emprendimiento que realizo en Activo 20-30 y con los emprendimientos que realizaré en el futuro lo lograré, estoy seguro.

Todos tenemos un caparazón de diferentes elementos y es usted el que será capaz de romperlo. Confié en usted, persiga su sueño y no deje que nadie le diga que no puede. No importa si su emprendimiento es pequeño, mediano o grande. Si lo desea de corazón, seguro lo logrará.

Imagen tomada de Flickr.com

1 comentario
  1. «Gracias»
    Muchas gracias por el articulo, a mi me a sucedido algo similar y la verdad es que me hace sentir muy animado el leer sobre como realmente uno determina la vida que lleva y los resultados que obtiene en base a la creencia que se tiene de uno mismo. Me agrado mucho encontrar un articulo como este ya que también e sido tímido y esa timidez no me ha servido de nada, solamente para truncar me oportunidades. Sigamos adelante y gracias nuevamente por la comunicación y el mensaje Andrés, éxitos a todos, ya que para todos hay y en abundancia, nuestra labor es encontrarlo pidiéndolo.

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