
En artículos anteriores del Blog Un Emprendedor, hemos hablado de la importancia de visualizar nuestros logros a la vez que trabajamos (y luchamos) por ellos. Hay un componente vital en este proceso, que es el tema de hoy, de cómo visualizar ese momento. Es usual que veamos la meta, que visualicemos lo que vamos a hacer en ese momento, pero es necesario, desde ahora, empezar a vivirlo.
En el proceso como emprendedor, es recomendable que tengas muy claras tus metas. Por ejemplo, entre tus metas pueden estar la creación de una empresa, la puesta en marcha de un producto y otros. Estas metas están muy bien, pero también debes empezar a visualizar un poco más allá, hacia el futuro lejano, por ejemplo, viéndote como un empresario exitoso. Esto también lo debes aplicar a tu vida personal, en pareja y en familia.
La clave de este ejercicio es que visualices y sientas como te vas a sentir el día que logres esto. Puede que aún falten mucho años, incluso décadas, pero desde este momento empieza a pensar y principalmente, empieza a sentir. Por ejemplo y esto cambiará de acuerdo a las metas de cada uno, piensa en aquel momento que recibes tu primer gran pago de millones de dólares, o de cuándo vendiste exitosamente tu empresa a un gran comprador, o cuándo el presidente (de la república, de alguna asociación o de lo que sea) te condecora por tu labor emprendedora. Estas metas son a largo plazo y en los ojos de muchos sonarán locas y descabelladas, por si tienes confianza, seguro sucederán. Y la mejor recomendación que te puedo hacer, junto con sentir lo que va a suceder, es que creas.
¿Por qué a mi?, te puedes preguntas. Por que no mejor te preguntas, ¿por qué no a mi? Si otros lo han logrado, estoy convencido que tu también lo puedes lograr. No hay nada que te detenga, todo es posible, si lo crees, lo visualizas y lo sientes, podrás lograr cualquier cosa que te propongas. El único obstáculo verdadero entre tú y tus metas, eres tu y tu mentes. Si tu mente dice que «no», pues así será. Pero si tu mente trabaja para lograr tus metas, vuelvo y repito, nada te podrá detener.
Ahora sal a buscar esas metas. Si no tienes la meta o esta no es muy precisa, piénsala, analízala y establécela. Escribe una carta para ti mismo, dónde digas claramente tus metas y el tiempo que te va a tomar. Ten paciencia y sigue pensado que va a llegar. Comparte tu meta con nosotros al final de este artículo y disfruta la vida y el tiempo que te tomará llegar a la misma.
Imagen tomada de Flickr.com
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