
En la actualidad las empresas se desenvuelven en un mundo que cambia a velocidades muy rápidas. Esto ha ido obligando a que estas modifiquen su forma de actuar y que las estrategias que antes se planteaban a un muy largo plazo, se estén plasmando para que le den el norte a la empresa pero por un tiempo más corto. Sin embargo hay muchas empresa que creen que pueden seguir actuando de acuerdo a estrategias de largo plazo, pero ¿será esto cierto? ¿existirá todavía algún grupo de jugadores que tengan la posibilidad de regirse por las antiguas reglas del mercado?
Para continuar expondré el otro extremo, que son las empresas que solo están en el mundo físico, es decir las empresas de ladrillo y concreto. A este tipo de empresa es a las cuales más se les dificulta entender que el mundo ha cambiado aun cuando ellas no tengan presencia en Internet. El hecho de que ellas no la tengan, no quiere decir que su competencia directa no la tenga y en caso de que la competencia tampoco la tenga, no quiere decir que el mercado no la esté exigiendo. Así será cuestión de tiempo para que alguien aproveche esta situación y pueda ofrecerles de una mejor manera un producto o servicio a los consumidores. Así ellas deben aprender a actualizar de manera periódica su estrategia pues en cualquier momento alguien podrá competir con ellas a través de los nuevos medios aún cuando ellas no se encuentren en estos.
Teniendo en cuenta los dos casos anteriores, a todas las empresas que se encuentren entre estos dos extremos, les aplica las mismas reglas. Por este motivo es muy importante que todas las empresas aprendan que su caso no es la excepción y que ellas también deben adaptarse a las nuevas reglas del mercado, que incluyen entre otras trabajar con estrategias de corto y mediano plazo. Son muchos los ejemplos que se han visto en el mundo de fracasos de empresas por no haber aprendido esta lección a tiempo, por eso no espere a revisar sus estrategias cuando ya sea demasiado tarde.
Imagen tomada de Flickr.com
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