
Todos en algún momento nos hemos topado con alguien que consideramos difícil. Esta es una persona, que por alguna razón no nos permite alcanzar nuestras metas, nos pone obstáculos y demás. Además, en ocasiones es obligatorio relacionarnos con esta persona, por que es parte de nuestro trabajo o algo que no nos permite alejarnos de esta situación.
Antes de ingresar al tema de fondo, quiero compartir mi experiencia en los últimos años con este tipo de personas. Con el paso del tiempo, la vida me enseñó lo importante que es mantenerse positivo y buscando las mejores metas en la vida. Frente a esta situación, hace algún tiempo tomé la decisión de alejar de mi vida la mayoría de personas difíciles. Por ejemplo, en mi trabajo como consultor, me doy «el lujo» de seleccionar mis clientes. Si veo que un cliente potencial es complicado, que no tenemos química y que trabajar con él o ella será difícil, prefiero pasar por alto ese proyecto.
A nivel personal decidí hacer algo similar. Tome la decisión de ignorar y de no tratar a personas que considero negativas y difíciles. Me di cuenta que estoy en un mundo complejo, tras muchos sueños y que no me favorece rodearme de personas pesimistas, negativas y que en lugar de ayudarme a lograr mis sueños, me alejan de estos. Lógicamente de vez en cuando me encuentro con una de estas personas, con las cuáles soy cortés, pero buscando que la interacción sea mínima.
Lograr lo que he hecho no siempre es fácil, por ejemplo, muchas personas no tienen esta posibilidad de elegir los clientes. Igualmente, puede que tengan un jefe o compañero de trabajo difícil y no existe la opción de cambiar de trabajo. Por eso no solo debemos alejar a estas personas, sino también aprender a lidiar con ellas.
Mucho se ha escrito sobre temas relacionados con tratar a las personas y hay un libro en particular que da la clave sobre este tema. Este libro es Cómo ganar amigos e influir sobre la gente, de Dale Carnegie. Este texto se escribió ya hace 8 décadas, pero sigue siendo igual de útil a cómo lo fue en el momento en que lo publicaron.
Son muchos los temas que aborda este libro, pero siento que la clave en la relación con las personas, difíciles o no, está en entender y valorar al ser humano. En otras palabras, que como personas nos interesemos en la persona, más allá de su edad, cargo, dinero, sexo y demás. Debemos trascender la experiencia física que tenemos y entender lo que está debajo de la persona.
De acuerdo a lo anterior, con una persona difícil, podríamos empezar por encontrar sus intereses. Por ejemplo, entender qué motiva a esta persona y qué no le gusta. Que esta persona sienta que verdaderamente nos interesa conocerla y relacionarnos con ella. Pero esto tiene que ser realista y venir desde nuestro corazón.
Definitivamente no vamos a lograr convertir a una persona difícil en nuestro mejor amigo de la noche a la mañana. Pero si entendemos sus motivaciones, limitaciones y otros aspectos, así como mostramos interés genuino, seguramente la relación mejorará con el tiempo. Tome en cuenta esos consejos y si quieres saber más, recomendamos leer el libro de Dale Carnegie, seguro cambiará la forma cómo usted entiende y se relaciona con las personas.
Imagen tomada de Flickr.com
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