Reconociendo una "Buena" Idea

Hace un par de meses abordé el tema de la creación de la Idea de Negocio y cuáles eran algunos lineamientos para crear buenas ideas. Mi objetivo en ese artículo fue mostrar una introducción al proceso de creación de ideas de negocio que a mí me ha servido y que espero a usted también le sirva. Si no ha tenido la oportunidad de leerlo, lo invito a hacerlo ahora. Más adelante daré otros trucos y ejemplos que me han servido para generar ideas de negocios, pero por el momento quiero centrarme en el valor de la Idea de Negocios.

Todos los negocios que usted conoce existen por que en algún momento alguien tuvo una idea. Claro, no basta con tener la idea, toca llevarla adelante. Pero tener una buena idea es el primer paso para cualquier gran negocio. Ahora, cuando creamos una idea, ¿Cómo sabemos si esta es «buena» o «mala»? Parece simple, muy simple de hecho. ¿O no?

Yo parto de un principio muy elemental y es una filosofía con la que intento regir mi vida: No existen ideas malas. Y este principio siempre lo utilizo cuando me siento a pensar en ideas para crear nuevos emprendimientos. Esta filosofía la utilizo por muchas razones, pero para este caso existen 2 factores que validan esta visión. El primero es que algo sea bueno o malo es relativo y depende de quién lo analice. Una idea puede ser buena para mí, pero para usted es mala. Incluso los conceptos de bueno o malo dependen mucho del tiempo y el espacio. Segundo, una idea «mala» puede ser pulida y mejorada, convirtiéndola en la gran idea del millón de dólares.

Por lo anterior, yo nunca desecho de entrada una idea. Al analizarla pueda que la encuentre poco viable, costosa, impráctica y todos los adjetivos que usted desee. Pero solo después de un análisis profundo, de mirar diferentes ángulos y factores, decido que esa idea no debe prosperar, al menos por el momento. Esta es una recomendación que yo considero muy práctica, pues cuantos negocios se han creado a partir de ideas sencillas, «locas» o «malas». Un gran ejemplo es la industria del embotellamiento de agua. Es una idea sencillísima, que pareciera no tener viabilidad en especial en los países que contamos con grandes recursos hídricos. Con todo y esto es un negocio de miles de millones de dólares anuales y por esto nos cobran cifras astronómicas si las comparamos con el agua potable de los acueductos.

 

¿Ideas Innovadoras o Mejores Ideas?

Un error en el que caemos emprendedores y académicos, es que muchas veces pensamos que emprendimiento es equivalente a innovación o a ideas originales. Esto es cierto en buena medida, en especial en empresas que se van a desarrollar en el campo tecnología. Pero no es un mandamiento y los emprendimientos no siempre tienen que ser novedosos.

Andy Fraire en su libro Pasión por Emprender hace un análisis muy interesante de como equivocadamente al pensar en emprendimiento pensamos en innovación. En un apartado explica que en los países del primer mundo, efectivamente los mayores emprendimientos son aquellos donde se crea una idea innovadora, pero que en los países en vía de desarrollo esto no suele ser así. Esta es una visión que comparto totalmente, lo cual no significa que las empresas innovadores no tienen cabida. Por el contrario, la innovación es muy importante, pero su idea no tiene que estar centrada siempre en un gran invento.

En este momento usted se puede estar haciendo varias preguntas, una de las cuáles seguramente es «si no creo una empresa innovadora, ¿Qué empresa puedo crear?». Y la respuesta es que usted SI debe crear una empresa innovadora. Lo que no tiene que crear si o si, es un producto innovador. Un gran avance sería crear una empresa que venda un producto que ya exista, pero que innove en la forma de presentación, de hacer mercadeo o en la forma de distribuirlo, entre otros.

 

Mi Idea es tan Buena, que no Enfrento Competencia

Esto es otro de esos mitos que aprenden los emprendedores o que creen que debe tener su producto para ser exitoso. La verdad es que son muy pocos los productos que no enfrentan competencia, salvo quizás los que tienen protección monopolista por parte de los gobiernos.

No importa que tan innovadora sea su idea, es casi seguro que usted enfrentará competencia. Puede que la competencia sea directa. O puede que la relación no sea tan directa y la competencia sea con productos substitutos o complementos. Pero competencia habrá.

Voy a ser muy claro: no es malo tener competencia. Por el contrario, la competencia es algo que el emprendedor puede usar a su favor y convertir esta aparente amenaza en una oportunidad. Solo por nombrar unas pocas ventajas, usted podrá ingresar a un mercado que ya existe, con un producto mejorado, a mejores precios y con un mejor valor que los de la competencia. Usted podrá sacar provecho de las debilidades de sus competidores. Además el hecho de tener competencia implica que la idea ya ha sido probada, y que por tanto la idea puede ser buena.

 

Probar el Concepto de la Idea

En el artículo introductorio a la Idea de Negocio comenté que una fuente de ideas era lo que usted y a los demás les podría gustar. Además lo invité a ponerse los zapatos de sus posibles clientes, para ver si la idea podía ser interesante. Pero esto no es suficiente y debemos comprobar si la idea tiene mercado.

Recuerde que toda gran idea escrita en un papel puede ser excelente. Dicen que «el papel aguanta todo», razón por la cual es necesario probar su idea. Todo gran experto en mercadeo debe realizar pruebas con el usuario final. Deberá salir a la calle, mostrar su producto (o concepto), analizar cómo reacciona la gente ante este y qué precio estarían dispuestos a pagar por el mismo. Este sería el esquema básico y muy general de una encuesta de mercado, que es pilar para el estudio de mercado. Posteriormente escribiré un artículo dedicado a este tema, pero por el momento es importante que usted sepa que deberá ir donde está su cliente potencial y preguntarle qué opina de su producto.

Con los resultados de las encuesta de mercado usted podrá definir si su producto tiene o no tiene mercado. Además podrá medir la reacción de la gente frente a su idea y como resultado definirá si su idea es buena o mala. Es más, de este proceso podrá encontrar debilidades del producto y podrá proponer mejoras.

Probar el concepto de una idea requiere de muchos pasos. Si usted está creando un nuevo desarrollo de un producto o servicio, será interesante ver si la gente lo compraría y usaría. Pronto voy a escribir un artículo explicándole una metodología llamada Diseño Interactivo, donde explico una forma para crear productos que la gente efectivamente pueda utilizar.

 

Toda Idea es Buena, pero…

Ya lo dije y lo vuelvo a decir: No existen malas ideas. Todas las ideas son válidas, pero su viabilidad o no dependen de muchos factores como el tiempo, el espacio, el mercado objetivo, los costos, entre otros. La generación de ideas suele ser fácil y a muchas personas nos vienen casi que de manera natural. La parte complicada es definir si esa gran idea es o no es factible.

Cuando yo estaba creando mi empresa y esta era apenas un proyecto me encontré con gente que le gustaba mucho mi idea, así como personas que me decían que no era buena. Cuando cree la idea, esta era muy buena y original en el mercado al cual me dirigía. Otros factores influyeron en el cierre de la empresa, pero siento que nunca fue la idea. Hago este comentario ya que su idea seguramente será analizada y criticada por muchas personas. Los más negativos le dirán que su idea no se puede llevar a cabo, que es poco práctica, muy costosa, que ya existe, que la competencia es muy grande. Y puede que estas personas tengan razón en muchas de sus apreciaciones, pero esto no implica que la idea no pueda salir adelante y mucho menos, que sea mala.

Cualquier idea tiene el potencial de ser buena o ser mala. La idea adquiere una de estas características como resultado de su trabajo y el de su grupo de trabajo. En este punto la estrategia, la creatividad, la forma como afronte la competencia, entre otros, tendrá un papel protagónico para lograr esta clasificación. Una idea podrá ser catalogada como buena («comprobada» como buena) solo después de que esté en funcionamiento y esta haya demostrado resultados (usualmente financieros).

Cuando hablen mal de sus ideas, no se desmotive. Por el contrario, analice porque la gente dice esto e intente mejorarla. Nunca ignore los comentarios de los demás, así no esté de acuerdo con estos. Pero tampoco se enamore ciegamente de su idea. Tener una idea es el primer paso, pero seguro esta irá cambiando y evolucionando con el tiempo, a través de comentarios, estudios de mercado, entre otros. Puede que hoy usted tenga una «buena» idea, pero recuerde que siempre podrá ser mejor.

Imagen tomada de Flickr.com

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