
El título de esta publicación, corto y concreto, es una de las primeras preguntas que se hacen las personas que trabajan en una empresa y tienen la ilusión de independizarse y crear su propia compañía. Obviamente no existe una respuesta perfecta a esta pregunta, dado que es un tema bastante subjetivo, sin embargo, en este espacio quiero compartir lo que pienso con respecto a este tema, siendo una experiencia por la que ya pasé hace algunos años.
Lo segundo que mencionaré es que existen dos variables que determinarán la facilidad o la probabilidad de que tomemos una decisión. La primera es nuestra situación personal. Cuando yo decidí independizarme contaba con la suerte de vivir en la casa de mis padres, no tener ni una solo deuda y no tener ni esposo, ni hijos ni ningún otro tipo de responsabilidad económica, más que mis gastos personales. Todo esto hizo que para mi fuera fácil tomar esta decisión. Sin embargo esta no es la situación de todas las personas y muchos si tienen obligaciones económicas que atender. Esto no quiere decir que tener responsabilidades económicas destruyan esta opción, pero tendrán que definir cómo resolver dichas situaciones. Así, puede determinarse utilizar los ahorros, que la pareja mantenga un tiempo el hogar o quizás que uno de los socios del negocio lo haga por un tiempo.
La otra variable es “las oportunidades”. La verdad es que yo soy un poco conservadora, por esto no recomendaría dejar un trabajo si no se tiene claro cual va a ser ese nuevo negocio o actividad a la que se dedicará. Sin embargo creo que mientras trabajamos en un empresa podemos ir evaluando las opciones y una vez tengamos claridad sobre este nuevo negocio, es hora de definir lo que vamos a hacer y dejar nuestro empleo. Es importante que evaluemos que esta opción es realista y tiene el potencial de generarnos un buen flujo de ingresos. También debemos evaluar los riesgos y que acciones deben implementarse para que llegue a ser exitoso. Tenga también en cuenta que las oportunidades tienen fecha de vencimiento y si no las aprovechamos cuando están vigentes, luego puede ser demasiado tarde.
Imagen tomada de Flickr.com
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