
En los últimos años, cada vez se escuchan y se leen situaciones de bullying (acoso o matoneo) en los colegios de todo el mundo, algo que ha trascendido las aulas para expandirse a través de Internet y en especial, a través de las redes sociales. Por ejemplo, hay varios casos reportados de jóvenes que han cometido suicidio por la presión social en las que se han visto. Lógicamente este un tema serio, al cual se le tiene que prestar atención como un tema social y buscar soluciones al mismo.
Hace muchos años cambie la forma como pienso y vivo y en gran parte de mi vida y filosofía personal, se define por respetar a las personas y entender las diferencias. Es cierto que en ocasiones no lo logro, pero intento vivir mi vida lo más feliz posible, lo cual incluye el respeto. Esto me ha llevado por ejemplo, a que en redes sociales no me meta con temas relacionados con religión, deportes y política, dónde cada cual tiene su visión y su verdad absoluta. Aunque tengo mis convicciones en estos temas, no los menciono en estos espacios, pues no me interesa transarme en discusiones que poco aportan y llevan a más odios.
Y es que la palabra clave para el bullying y muchas de las cosas malas que suceden en el mundo, es el odio. Por ejemplo, solo es ver las discusiones entre dos políticos opositores, y aún más sencillo, los comentarios que muchas veces se hacen en transmisiones de partidos de fútbol. Yo aprendí a destacar lo positivo, y dejar al lado lo negativo (aunque repito, no siempre lo logro).
Por ejemplo, como parte de mi trabajo como blogger y escritor, con frecuencia critico a empresas por sus deficiencias, pero no a nivel personal. De hecho, soy muy crítico frente a las falencias de las empresas y lo seguiré haciendo, aunque no con la intención de destruirla, sino como crítica constructiva para que mejoren. De hecho varias empresas que he criticado, me han agradecido por los comentarios que he realizado. Pienso que es importante aclarar esta diferencia.
En este orden de ideas, quiero compartir con mis lectores una situación que me sucedió hace poco. Yo he subido a mi canal de YouTube muchos videos de varios temas, relacionados con mi profesión como Consultor, de este Blog y de otros Blogs que mantengo. Aunque no son videos altamente populares, he logrado una audiencia importante. Entre estos videos, hay uno que data de hace unos 4 años, cuándo iniciaba mi profesión como consultor y como conferencista. De hecho, fue mi primer gran evento, en el cual estaba muy nervioso, pero por algún lado se inicia. El tema era Innovación Empresarial y de acuerdo a los comentarios de la audiencia, considero que me fue bastante bien.
Esta charla la grabé con una cámara muy sencilla, dónde la luz y el sonido no era el mejor, y decidí subirlo a Internet, para mostrarlo. Yo soy el primero en reconocer que esta grabación tenía todos los problemas del mundo, empezando por el técnico, pero también a nivel mío como conferencista.
A finales del año pasado, este video recibió el siguiente comentario:
«que conferencista tan aburridor, como puede dar una conferencia sobre innovacion (SIC) siendo tan poco innovador en la forma de transmitir el mensaje, los videos que pone con mal sonido, me dio pena ajena por momentos.»
Esta persona puede tener mucha razón en parte de su comentario. Como ya dije, el video técnicamente tiene muchos problemas y yo cometí muchos errores. De hecho, comparándome a lo que puedo hacer hoy como conferencista, es mucho lo que he avanzado (y aún me falta mucho).
Aunque una de las ventajas de Internet es que las personas se expresen libremente, creo que hay limites. Esta persona, cuyo nombre omito, al igual que el enlace al video y al comentario (que podría hacerlo para dejarlo en ridículo, pero a cuyo nivel no quiero caer), no lo conozco, no sé quien es y ante todo, no tiene el derecho de expresarse de la forma como lo hace. El video puede tener todos los problemas del mundo, puede ser el peor video y la peor conferencia de la historia y todo lo que se quiera, pero esta no es una forma de expresarse. Este señor, que por lo visto en su foto no es tan joven, es un sencillo y triste bully. De hecho, es a mi a quien me da pena ajena del comentario que hizo.
Después de ver este comentario pensé mucho en cómo responderle. Quise agradecerle por su comentario, pues en Internet todo el mundo tiene la razón, pero nuevamente, pensé que algo así no merece respuesta.
Más allá de todo esto, al final del día estos comentarios como se diría popularmente, «me resbalan». No es la primera ni será la última vez que alguien critica algo mío, en especial algo que publico en Internet. De hecho, con frecuencia recibimos críticas, algunas constructivas que aceptamos e incluso hemos publicado en estos espacios y otras destructivas, como este señor, que simplemente se deben eliminar y pasar la hoja.
La razón por la cual no eliminé ni dejé pasar este comentario, era por que me daba la oportunidad de escribir un gran artículo. Pero no lo escribí para mi, ni para este señor, sino para esa persona que en un futuro se encuentre con un bully como él y se de cuenta que no vale la pena prestarle atención a este tipo de individuos.
Para ir finalizando este escrito, si a usted en algún momento se encuentra con un bully en Internet, no le preste atención. Yo sé que las palabras muchas veces duelen, pero son solo eso: palabras. De hecho, quienes sufren a causa de un bully (que podríamos llamar «las víctimas», aunque yo nunca me considerado esto ni usted lo debería hacer), deberíamos por el contrario sentir tristeza por ellos. ¿Qué falta de autoestima, de carácter, de personalidad y de educación los lleva con esta gran facilidad a criticar a otros destructivamente, sin antes ver las propias fallas? En mi caso, yo tuve la valentía de compartir un video con fallas, dónde estaba expuestos a personas como este bully. ¿Será qué él es capaz de hacer lo mismo?
Por último, escribo esto para rescatar no lo negativo, sino lo positivo. Frente a mi anterior reflexión solo me apena este bully, pero le agradezco, no solo por permitirme escribir esto, sino por mostrar y recordar que en este mundo existen personas buenas que quieren construir y mejorar lo que queremos, frente a unos pocos que prefieren el odio y la destrucción.
Imagen tomada de Flickr.com
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