
Este es la segunda publicación de una serie de artículos que he decidido realizar con respecto a errores que con frecuencia cometemos como jefes. Muchas veces al tener personas a cargo cometemos equivocaciones en nuestra forma de gestionar que nos vuelven a nosotros y a nuestros empleados la vida más difícil, además de complicar los procesos de la organización. En la primera publicación de este seriado hablé de formas erróneas de corregir a los empleados. Para esta ocasión el tema será la dificultad que tienen los jefes a la hora de delegar.
El problema cuando creemos que nosotros podemos hacer todas las labores mejor que el resto de personas, es que no aprovechamos estas horas adicionales que podemos obtener al tener empleados. Así empezamos a generar cuellos de botella que pueden ser innecesarios y terminamos con trabajadores que no pueden hacer sus labores y deciden perder el tiempo y nosotros como jefes terminamos realizando el trabajo de todo nuestro equipo, lo cual no es justo ni eficiente.
Aquí pueden haber dos situaciones. La primera es que definitivamente no confiamos en un buen equipo que tenemos asignado, siendo un problema que proviene totalmente de nosotros. Si este es el caso usted debe reevaluar esta situación. Intente ir delegando de a poco tareas que no le correspondan y que usted se haya autoasignado. En un principio seguramente usted querrá realizar una verificación sobre estas, pero con el tiempo sus colaboradores aprenderán y se quitará esta carga.
La segunda situación puede ser que definitivamente su equipo no tenga los conocimientos y habilidades que requieran. En este caso usted debe realizar todo lo que pueda para capacitar o modificar este equipo.
Espero que esta publicación le ayude a cambiar este error tan común que en ocasiones se comete como jefe. Espere mis próximas publicaciones de este seriado donde presentaré otros errores que con frecuencia cometen los jefes.
Imagen tomada de Flickr.com
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