
Con esta nueva publicación sigo avanzando en el seriado que decidí destinar a errores que cometen frecuentemente los jefes. Antes de seguir leyendo, lo invito a que se remita a las publicaciones anteriores donde hablé sobre formas erróneas de corregir, no tener la capacidad de delegar y tener personas indispensables en su equipo.
Sin embargo, esto no hace que nuestro equipo no tenga otras capacidades. Aún si estamos hablando de un equipo de personas con un nivel de educación básico, son personas que tienen otras características como por ejemplo estar en el día a día de la operación.
Es por esta razón que recomiendo que cualquier jefe abra espacios de comunicación con su equipo. Puede que no todas las sugerencias que este le haga se puedan implementar, pero esto genera un buen impacto por dos razones principalmente. La primera es que como jefes entenderemos que piensan nuestros trabajadores, cuales son sus necesidades y como creen ellos que se pueden resolver problemas o mejorar. La segunda es que más que trabajadores estamos hablando de humanos, que desean ser escuchados. Como lo mencionaba, si no es posible tener en cuenta sus opiniones también es importante explicarles las razones por las cuales no es posible.
Además de todo lo que mencioné anteriormente, creo que no existe ninguna conversación de la cual no podamos sacar algo provechoso. Por eso hay que abrir estos espacios y tenemos que impulsar a nuestra gente a que no tenga miedo de hablar con nosotros.
En mi próxima edición hablaré de otro error que con frecuencia cometen los jefes.
Imagen tomada de Flickr.com
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