disciplina

En las últimas ocho publicaciones de este seriado, he mencionado algunos errores que en ocasiones cometen los jefes en la empresas: no propiciar un buen ambiente de trabajo, corregir de manera errónea a los empleados, no tener la capacidad de delegar, tener personas indispensables en su equipo, no escuchar a nuestro equipo de trabajo, no dar ejemplo, no tomar decisiones y no propiciar el crecimiento de su equipo. Como puede ver todos estos casos tienden a relacionarse con jefes que son muy estrictos, poco asequibles y controladores. Sin embargo muchas veces estos también pueden llegar a cometer errores por ser todo lo contrario: poco estrictos.

Creo que en las empresas se debe promover un espacio de trabajo cómodo en donde las personas se puedan sentir tranquilas y también creo que como adultos debemos estar en la capacidad de comportarnos y cumplir con todas nuestras obligaciones sin tener a nadie encima de nosotros. Así que yo soy de las personas que cree que el espacio de trabajo no debe convertirse en un jardín de niños, donde los jefes tienen que volverse en una especie de profesores detrás de todo el mundo, pero que las personas deben cumplir con sus obligaciones.

Por esto para esta publicación planteo que como jefes debemos encontrar ese punto medio en donde se promueva la disciplina pero sin tener que estar encima de todo el mundo. A veces encontrar este punto es difícil, pero creo que una buena forma de lograrlo es siendo un jefe flexible pero que pone límites. En otras palabras, es una buena idea ser un jefe cercano, que no moleste por cosas banales y sin sentido, pero que con los temas importantes ponga límites. Esto quiere decir darle a las personas la oportunidad de auto-regularse, pero en el momento en que empiecen a abusar de esta confianza limitarlos y no esperar a que el problema crezca y se salga de las manos. Estos términos medios pueden ser muy provechosos, pues nuestros empleados tendrán un buen ambiente de trabajo, pero cumplirán con sus obligaciones y conocerán los límites.

Espero que le sea de gran provecho esta publicación para no cometer como jefe el error de no poner límites y no promover la disciplina. En mi próxima publicación hablaré de otro de los errores que como jefe cometemos.

 

Imagen tomada de Flickr.com

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