
Esta es la tercera publicación de este seriado, que quise dedicar a errores que cometen frecuentemente las personas que son jefes y que tienen personas a cargo. En mis dos publicaciones anteriores hablé de formas erróneas de corregir a nuestros empleados y de la dificultad que tienen muchos jefes a la hora de delegar. En esta nueva publicación hablaré de otro inconveniente que es igual de importante a los ya mencionados: volver indispensables a personas dentro de nuestro equipo.
Este problema es un tema que sólo le daremos su valor real el día que la persona falte. Mientras esta esté en su lugar realizando las tareas críticas de nuestra operación ni siquiera lo notaremos. Sin embargo, el día que la persona falte, se enferme, renuncie, o tengamos que prescindir de sus servicios, entenderemos el gravísimo error que cometimos.
La mejor forma para no entrar en este peligroso escenario, es tener planes de contingencia y tener capacitadas al menos a dos personas para realizar dichas actividades críticas. Puede que en el día a día del trabajo, lo haga únicamente una persona, pero el día en que ella falle al menos otra persona de nuestro equipo debe estar capacitada para llevar a cabo la labor.
Como podrá ver, este es un tema que puede ser muy crítico, pero que su mejor solución no es muy difícil de implementar. Lo importante es que usted como jefe siempre esté consciente de cuáles son estas tareas críticas y que en todo momento exista al menos dicho par de personas que puedan llevar a cabo la labor.
Espero que lo anterior, le sirva para evitarse problemas en el futuro. Espere en ocho días una nueva publicación con otro error que en ocasiones cometen los jefes.
Imagen tomada de Flickr.com
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