Es Hora de Evaluar las Metas y el Plan de Vida

Una de las grandes lecciones que he aprendido como emprendedor, es que cada cierto tiempo debemos analizar el estado de nuestros proyectos. Cuando se inicia un emprendimiento, es usual que nos pongamos unas metas y tracemos una ruta, la cual en general pensamos que nos va a llevar muy lejos. Más allá de estos sueños, es importante tener un cronograma que acompañe a nuestros sueños. De esta forma, podemos analizar y controlar nuestro desarrollo y si vamos por buen o mal camino.

Los sueños que tenemos como emprendedores, usualmente requieren de tiempo, mucho trabajo y algo de paciencia. En ocasiones, por ejemplo cuando tenemos que mantener una familia o pagar deudas, no nos podemos dar el lujo de esperar mucho tiempo a que las cosas se den. En otras podemos ser más flexibles y tener una tolerancia más grande para que los sueños se vuelvan una realidad. El nivel de tolerancia lo definirá cada emprendedor frente a su situación actual.

A mi me gusta cada cierto tiempo hacer una pausa y aprovechar el tiempo para reflexionar sobre mi avance como emprendedor. Cuando iniciaba mi labor como emprendedor, era relativamente fácil hacer estas tareas, pues mis proyectos todavía estaban algo incipientes, razón por la cual contaba con tiempo de sobra. A medida que han pasado los años y que tengo más trabajo, que es un buen síntoma, se me hace más difícil hacer estas pausas. Sin embargo, busco el tiempo, así sea una hora o treinta minutos cada par de meses, para analizar mi progreso.

Cuando realizo esta pausa, básicamente hago dos ejercicios. El primero es analizar las metas que me había puesto en la pausa anterior, para ver si he avanzado. En ocasiones no he avanzado mucho o simplemente no he avanzado nada, pero no importa pues lo valioso es recordar que sigo con esa meta en mi mente. Y segundo, reviso mi plan de vida.

Hace más de 10 años realicé la primera versión de mi plan de vida. En ese momento, con mi juventud y muchas cosas por lograr, establecí lo que quería lograr y cómo lo quería lograr. El cómo ha variado mucho, lo cual es normal y el qué por otro lado, se ha mantenido en términos generales igual. A pesar de lo anterior, con el paso del tiempo y la experiencia, lo que ha pasado es que he definido de una forma más clara y concreta ese qué.

Cada vez que realizo una de estas pausas analizo en términos generales mi plan de vida. A no ser que esté iniciando un nuevo proyecto o haya sucedido algo grande en mi vida, el plan de vida no cambia. Pero nuevamente, lo analizo principalmente para reforzar mi visión de las metas y darme cuenta una y otra vez qué es lo que quiero lograr.

Lo invito a hacer cada cierto tiempo estas pausas y analizar sus metas y plan de vida. Esto no solo lo alejará por unos minutos de su rutina, lo cual es positivo, sino que lo hará retomar su trabajo con mayor esfuerzo y compromiso.

Imagen tomada de Flickr.com

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