Hoy me Levanté con Ganas de Crear Empresa

Voy a empezar contándole al lector acerca de una de mis características, seguramente una cualidad: yo soy hiperactivo. Pero no, no soy de los hiperactivos que todo el tiempo está en movimiento, que no se puede quedar sentado y que seguramente necesita de un medicamento como la Ritalina. Mi hiperactividad, que además es auto diagnosticada, es una hiperactividad mental. Yo siempre tengo que tener algo en la mente, estar pensando en crear algo, estar soñando en lo que voy a hacer. Con pocas excepciones, el estar tranquilo sin algo que pensar o algo que ingeniar, es prácticamente imposible.

Desde una temprana edad tomé la decisión que quería ser empresario y tener mi propio negocio. En este momento estoy en un intermedio, es decir, estoy empleado, pero desde que tomé esa decisión, he tenido muchas ideas para crear empresas. Muchas de estas ideas no han pasado de ser más que eso, una idea, pero es un proceso que me ha servido para conocerme más como persona, entender el potencial que tengo y claro, sacar adelante una que otra idea que he tenido.

En el proceso de creación de ideas, tengo unos días que llamo días de «creación de empresa». Son días donde por alguna razón me digo a mi mismo que hoy tengo que lograr una nueva idea o afinar los detalles de una idea preexistente. En estos días, logro una conexión casi armónica entre mi mente, cuerpo y espíritu, con el único fin de pensar. Generalmente son días donde realizo otras actividades, como trabajar o estudiar.

 

El Proceso Creativo

La puesta en marcha, el decir «Vamos» o «Go», precisamente nació de uno de esos días donde me levanté con ganas de crear empresa. Hacía unos 8 o 9 meses tenía en mi cabeza la creación de un negocio de tiempo parcial, que me permitiera compartir el tiempo entre mi trabajo formal y mis estudios. En este tiempo había tenido varias ideas, entre las cuales había contemplado venta de artículos por Internet, desarrollo y comercialización de software (yo soy Ingeniero de Sistemas) y algo que estuviera relacionado con poder escribir. A la hora de escribir pensé en grandes emprendimientos como escribir un libro y claro el tema de los Blogs. En estos 9 meses incluso alcancé a crear un Blog personal, el cual no llenó mis expectativas.

Con la idea de que quería (y tenía) que crear un negocio, con las características que ya mencioné, una mañana tuve la inspiración. Recuerdo bien que fue un viernes, porque a las 7:00 AM tenía clase de Finanzas y fue durante esta clase que decidí darle forma a mi idea. Más allá del tema de clase, esa mañana me di cuenta que llevaba mucho tiempo dándole vueltas a mi idea de negocio y que ya era hora de aterrizarla y ponerla en ejecución. El bagaje de los 9 meses anteriores me sirvió para darle forma a la idea, pues gran parte del proceso creativo ya lo había hecho. Lo único que me faltaba era unir todas estas ideas y tomar la decisión de seguir. Y así fue, en unos cuantos minutos tenía definido que quería crear un Blog acerca del tema del emprendimiento, donde pudiera compartir mis conocimientos. Necesitaba un nombre, entonces ese mismo día en mi hora de almuerzo seleccioné varias opciones. Por la noche y después de consultar a algunos familiares y amigos ya tenía todo decido. El montaje de la primera versión del Blog me tomó casi un mes, mientras definía la estructura del sitio, la imagen, el diseño del Portal, entre otros.

Esta experiencia que acabo de contar puede sonar un poco loca y arrebatada. Sin embargo, el proceso creativo fue un proceso largo (9 meses) para el tipo de proyecto. Este tiempo, durante el cual alcancé a pensar que no había realizado mayor cosa, fue todo lo contrario. Estos meses me sirvieron para evaluar que quería hacer, como lo quería hacer y que además encajara con el resto de mis actividades diarias. Es más, durante este proceso varias veces había pensado el hacer un Blog de Emprendimiento, incluso había analizado la competencia que tenía que enfrentar y el nicho de mercado que quería tener. Son varias las razones por las cuáles no había querido dar este salto y una de ellas es que no había tenido un día de gran inspiración, como la tuve ese viernes de marzo.

 

Dar Inicio al Emprendimiento Solo es el Comienzo

Como ya comenté, una vez vi la luz al final del túnel en mi ideas, me tomo casi un mes estar al aire. Esto es muy poco tiempo, pero tiene que ver mucho con lo que quería hacer. Este emprendimiento lo diseñé para que yo, con mi tiempo libre, lo pudiera sacar adelante.

Hay otros emprendimientos, la mayoría, que seguramente no podrán ser decididos de una manera tan veloz como yo decidí la creación de este Blog. Grandes negocios requieren muchos estudios, un grupo de trabajo comprometido, inversionistas, entre otros. Y esto toma tiempo. Pero todo parte de un día, donde una o varias personas se dijeron que iban a sacar adelante la idea. Es decir, consciente o inconscientemente un día decidieron que quería crear empresa (o un proyecto).

Esta primera idea se puede comparar con la primera piedra en una edificación. Sin embargo al igual que con la construcción, falta mucho para lograr que la idea tome forma. Es vital seguir adelante, afrontar contratiempos y sacar adelante la idea.

 

Construyendo la Idea

En varios artículos he mencionado el tema del enamoramiento de ideas que tienen los emprendedores, por lo cual traigo nuevamente a colación este tema. Quiero recalcar que es vital que el emprendedor no se enamore ciegamente de su idea, que entienda a esta casi como un ser viviente que puede experimentar cambios para su crecimiento. Esto no es malo, todo lo contrario, ya que es una idea más elaborada, más madura y que ha tenido retroalimentación desde diferentes puntos de vista.Una vez el emprendedor o grupo de emprendedores da inicio a su idea, esta irá cambiando con el tiempo. La idea que tenemos el día uno es la que nos movió a sacarla adelante. Sin embargo, el tiempo nos irá llevando por un camino donde seguro introduciremos cambios, mejoras y adiciones.

 

Llamado a Tomar Acción

En las diferentes ideas de negocio que he tenido en mi vida, he tomado la decisión, casi sin tenerlo presente, de que la quiero explorar y sacarle el máximo provecho. Cuanto tengo uno de esos días de inspiración, analizo la idea por un lado, por otro, la comparto con amigos y familiares y la defino. Como ya dije, algunas ideas nunca salen adelante, pero este proceso me ayuda para crear nuevas ideas en el futuro.

Los días que tengo esta inspiración fácilmente podría haber decido que no le pongo atención a esto y que no continúo con mis tareas diarias, postergando el emprendimiento para más adelante. Pero he decidido dedicarles un poco de tiempo a pensar y aclarar mi mente, incluso dejando otras tareas de lado. Y esto es así porque la inspiración que tengo un día puede que no la tenga al día siguiente. Esto lo digo como una invitación a tomar acción y a abordar las ideas. No sé si llamarlo intuición, sexto sentido o qué, pero en estos días hay algo diferente que mi ser me llama a aprovechar el día al máximo con estas ideas. Si usted ha tenido un día donde se siente especialmente «conectado», sabrá a qué me refiero.

Finalizo recalcando no solo la importancia de estos días de inspiración, sino el proceso que viene después, el cual puede ser largo. Que fácil sería crear nuevos proyectos si todo se diera en una mañana o un día completo. Pero quizá aquí es donde recae la belleza del emprendimiento y es la razón por la cual no todo el mundo ha sido llamado a ser emprendedor en esta vida.

Imagen tomada de Flickr.com

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