
Hace muchos años llegué a la conclusión de que como emprendedor, no podía lograr todo por mi cuenta. En múltiples momentos de mi ruta como emprendedor, he tenido el apoyo de muchas personas, incluyendo familiares y amigos. Aunque muchos de ellos no han intervenido de forma directa para que lograra mis metas, si me han ayudado al menos con un buen consejo o con ayudarme a mantener la fe para continuar mi ruta.
Sin embargo, así como hay personas cercanas que nos ayudan a salir adelante y a perseguir nuestras metas, por más fáciles o complejas que sean, también hay quienes son un obstáculo y en lugar de ayudar, se convierten en un problema. Yo he tenido amigos y familiares que claramente no me han ayudado y que por el contrario, otros que han intentado obstaculizar mi ruta emprendedora. Aunque siento que muchas veces sus comentarios destructivos lo hacían pensando en mí, creía que era mejor que se quedaran callados.
Dicho lo anterior, quiero aclarar que en general soy una persona abierta a consejos que quizás no me gusten o que no es lo que quiero escuchar. En estos casos, intento entender el por qué del comentario y cómo esto aparentemente negativo lo puedo volver en algo constructivo. Mi problema radica con personas que cada vez que hablan, intentan destruir todo a su alrededor y no aportan valor ni a mi vida, ni a mi ruta como emprendedor.
Como he mencionado en artículos anteriores, a estas personas he intentando alejarlas de mi vida. Si eran amigos (bien o mal llamados de esta forma), usualmente acabamos alejándonos y no pasa a mayores. Con los familiares es más complejo, pues es difícil decirle a uno de ellos que se quiere acabar la relación. En mi caso he sido afortunado, pues mis familiares destructivos son lejanos y no he tenido que hacer mayor cosa para mantenerlos a raya.
Aunque cada emprendedor y cada caso es diferente, mi recomendación es analizar a esas personas cercanas (y no tan cercanas) que nos están haciendo daño. Seguramente tener una charla frentera con ellos cambiará la situación. En otros, como en mi ejemplo, la solución es alejarse de ellos y mantener distancia.
Vuelvo y repito que la idea no es ignorar los comentarios que no nos gustan, pues algo de valor pueden tener. Mi recomendación es hacer esto, con esas personas venenosas y que solo destruyen. Si no me aportan valor en mi vida, es mejor mantener una distancia prudente y evitar que su veneno llegue a lo que estoy haciendo y por lo que estoy luchando.
Imagen tomada de Flickr.com
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