
Todos hemos conocido personas, en caso de que no sea usted quien se ajusta a esta descripción, que son adictos al trabajo. En inglés los suelen llamar workaholics, en un derivación de las palabras trabajo (work) y alcohólicos (aholics). Son personas que por una u otra razón trabajan muchas horas al día, poco o nada descansan los fines de semanas y en vacaciones también están trabajando. Algunos lo hacen por que aman su trabajo, otros por convicción y otros más por necesidad.
En el mundo del emprendimiento, es usual que los emprendedores dediquen largas horas a sus proyectos. En un extremo están quienes tienen un trabajo fijo y están montando un emprendimiento en sus horas libres. Por otro, están quienes tienen un proyecto emprendedor de tiempo completo, que en su inicio invierten largas horas de trabajo, mientras este sale adelante. No es extraño que un emprendedor esté trabajando 60, 80 o más horas a la semana, algo que está lejos de ser lo ideal.
En este caso de los emprendedores, esta situación puede ser temporal, aunque puede perdurar varios años. Es entendible que el emprendedor quiera hacer todo lo posible para que su proyecto sea un éxito, incluyendo el trabajar largas horas en un inicio. Sin embargo, situación temporal o no, esto no es lo ideal.
Más allá de que la situación de alto trabajo o temporal, es vital buscar el equilibrio. Debemos buscar alternativas para mezclar el trabajo, con otras actividades. Algunas actividades, como hacer ejercicio, pasar tiempo con la familia, leer, ver películas y otros, debe estar entre nuestra prioridades.
Puede que usted trabaje más horas de lo “normal”, sin embargo nunca abandone el combinar actividades, pues será contraproducente. Su calidad de vida se verá afectada y en vez de lograr metas más rápido hará todo lo contrario.
Espere la próxima semana una nueva entrega sobre este muy importante, y frecuentemente relegado tema.
Imagen tomada de Flickr.com
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