
Si usted es un lector habitual de este Blog, seguramente se habrá percatado que no he escrito ningún artículo nuevo en las últimas dos (casi tres) semanas. Esto se debió a un imprevisto, puesto que tuve una enfermedad (Vértigo) y los médicos me dieron 2 semanas de incapacidad, incluyendo cero uso de computador. Ya me encuentro muy bien, aunque todavía bastante medicado y listo para seguir con mi trabajo en el Blog y en mi firma de Consultoría.
Analizando un poco las empresas que conozco y a empresarios que he conocido, me doy cuenta que este es un problema muy grave, que muchas veces ignoramos. Como ya dije, esto es más grave si uno es un emprendedor independiente y no cuenta con «reemplazos». Pero esto también puede suceder en empresas, donde su dueño o gerente es el alma y ser de la empresa. Cuándo esta persona falta reiterativamente, la empresa sencillamente es otra y deja de funcionar. Esto es una buena lección que este tipo de empresarios debe aprender: las personas, por más buenas que sean y por todo lo que aportan, son prescindibles, y las organizaciones tienen que estar preparadas para sus ausencias y eventuales partidas. En mi vida he conocido empresas que han desaparecido por que la muerte de su dueño no ha sido soportada por la organización. ¡Qué grave y triste es esto!
Cuando uno es independiente, como en mi caso, pues una enfermedad o contratiempo de otro estilo, es grave y no es mucho lo que se puede hacer. Afortunadamente por estos días, más allá de escribir artículos, no tenía ningún compromiso grande al cual debía atender. Pero uno nunca sabe cuándo esto puede suceder. Es decir, la responsabilidad que tenemos los emprendedores, independientes o no, sobre nuestra cabeza es muy amplia. Un contrato, con fechas estipuladas y multas por incumplimiento, puede ser un gran problema. Muchos clientes no se conformarán con escuchar algo como «estaba hospitalizado» o «estuvo fuera de mi control».
Mi mensaje es que los emprendedores debemos ser conscientes que en cualquier momento pueden existir imprevistos, como enfermedades, muertes, accidentes y otros, que nos impiden cumplir nuestros compromisos. Como mencioné en un artículo anterior, el hoy es certero, pero el mañana no necesariamente lo es. Es importante prever, en la medida de lo posible, estas situaciones.
Aunque pueden ser muchos los imprevistos que se nos presentan, entre otros no es mala idea contar con:
- Seguro médico
- Seguro de vida
- Seguro o póliza de incumplimiento contractual
- Seguros de responsabilidad civil, contra daños a terceros
- Personas de confianza que nos puedan respaldar en caso de falla
Quiero aclarar que no estoy vendiendo seguros, ni soy corredor de seguros, pero que estos no son una mala idea y su costo nos compra tranquilidad mental. Ojalá nunca los necesitemos, pero es una buena inversión. Sé que los emprendedores, especialmente cuando iniciamos nuevos proyectos, solemos reducir gastos y estos seguros suelen ser los primeros en irse. El problema es que uno nunca sabe cuándo los va a necesitar, así que en lo posible, reduzca otros gastos, pero no los que tienen que ver con imprevistos y que nos generarán a la larga, seguridad mental.
Imagen tomada de Flickr.com
Saludos desde Uruguay
Me alegra mucho que ya estes mucho mejor,el activo(para mi es un activo) de buena salud es fundamental para un emprendedor/a,pero como bien tu lo dices ocurren imprevistos en la vida y es alli donde se puede ver cuales son nuestros recursos internos para seguir adelante a pesar de…un cordial saludo desde Uruguay.Maria
Seguimos Adelante
Supongo que es un factor comun entre los que recien comenzamos, pasar por cansancio, estress y alguna que otra enfermedad que solo los emprendedores las creamos. Un cordial Saludo.