
Retomando el seriado que he dedicado al plan estratégico de la empresa, creo que hasta este punto este puede sonar a un nivel bastante estratégico y poco táctico, o en otras palabras muchos objetivos por lograr pero sin un claro camino que hay que recorrer para lograrlos. Así he explicado que se debe partir de una misión y una visión, definir los objetivos estratégicos y unos indicadores y metas para dichos objetivos.
Estos planes de acción además pueden estar enmarcados en diferentes momentos, es decir algunos planes de acción se ejecutarán en un corto plazo, otros en un mediado plazo y otros tanto en un más largo plazo. Esto es lógico teniendo en cuenta que la empresa va a ir logrando cosas y sus requerimientos van a ser diferentes. Nuevamente como un sencillo ejemplo hablaría del paso de formularios físicos, a tablas de Excel y luego a una plataforma más robusta, pero quizás todos apuntando a un mismo objetivo.
Adicional a lo ya mencionado, es vital no solo establecer los planes de acción sino los responsables. Cada uno de estos debe tener al menos un doliente que se encargue de materializar el plan de acción. De nada sirve tener un listado de acciones si no hay un responsable (cargo o área) que se encargará de ejecutarlo.
Con mi próximo artículo cierro este seriado y lo dedicaré al seguimiento del plan Estratégico.
Imagen tomada de Flickr.com
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