Seguridad social

Generalmente en este blog, trato de tocar temas que sean aplicables a nivel mundial, debido a que tenemos la fortuna de recibir lectores de todos los continentes. Sin embargo, en el día de hoy quiero compartir con nuestros lectores un tema que seguramente lo entenderán mejor los empresarios residentes en Colombia y es la odisea que implica afiliar a empleados en el sistema de seguridad social de este país.

Hasta hace poco tiempo en nuestra empresa aportábamos como personas independientes al sistema de seguridad social (teniendo en cuenta que la empresa éramos únicamente mi hermano y yo). Las razones por las que lo hacíamos no vienen mucho al caso, pero era el modelo que podíamos sostener en ese momento. Sin embargo hace un par de meses decidimos afiliar a la empresa al sistema de seguridad social para que la empresa asumiera la responsabilidad de nuestros aportes al sistema (salud, pensión, riesgos laborales y caja de compensación).

Más allá de entrar en los detalles de todos los problemas que tuvimos al hacerlo, quiero mencionar que fue una odisea. El proceso lo empecé a principio de septiembre y hoy principios de Noviembre no he podido finalizarlo, entre otras razones porque no se puede hacer en paralelo, sino de manera serial.

En esta publicación simplemente quiero hacer una reflexión y es que los gobiernos de los diferentes países deben apoyar a los empresarios y no generar sistemas que sean tan complejos que terminen desmotivando el emprendimiento. En el caso de Colombia adicional a la odisea que termina siendo afiliar a los empleados al sistema de seguridad social, tenemos varias problemáticas que desincentivan el emprendimiento y la inversión, como lo es los altísimos impuestos que se deben pagar (superan el 40% de la utilidad).

Soy consciente de que esta es una problemática que no existe en todos los países, pero también se que es una problemática que compartimos con muchos otros países, especialmente en américa latina. El gobierno y todas sus políticas deben ser aliados del empresariado y no su mayor enemigo.

Sin embargo volviendo al caso de las afiliaciones también tengo que decir que aun cuando la estructura del sistema lo ha hecho el gobierno, quienes prestan el servicio son empresas privadas. A estas también va mi crítica pues la asesoría y el acompañamiento por parte de estas no ha sido el mejor. Creo que siendo empresas privadas, con un capital importante podrían ofrecer un mejor servicio y mejores sistemas.

La verdad es que tengo las manos atadas, pues de todas formas debo continuar con el proceso por ser una obligación de ley, pero también quedo muy aburrida pues en Colombia no existen las herramientas suficientes para apoyar el emprendimiento y la legalidad.

 

Imagen tomada de Flickr.com

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