Esta es una de las últimas publicaciones que realizo con respecto a errores que en ocasiones los jefes cometen. Entre estos hemos venido avanzando por los siguientes:no propiciar un buen ambiente de trabajo, corregir de manera errónea a los empleados, no tener la capacidad de delegar, tener personas indispensables en su equipo, no escuchar a nuestro equipo de trabajo, no dar ejemplo, no tomar decisiones, no propiciar el crecimiento de su equipo y no promover la disciplina. En esta publicación hablaré de un error, que muchas veces ocurre en empresas con grupos de trabajo grandes y con diferentes niveles, que es tener analistas que sólo ejecutan y no se dediquen a analizar.
Para esta nueva publicación del seriado que he destinado para hablar de errores que los jefes en ocasiones cometemos voy a hablar de uno que es muy importante que como líder de su equipo debe aprender a manejar: no tomar decisiones. Antes de seguir recuerde que en este seriado he venido hablando de diferentes errores entre los cuales están: no propiciar un buen ambiente de trabajo, corregir de manera errónea a los empleados, no tener la capacidad de delegar, tener personas indispensables en su equipo, no escuchar a nuestro equipo de trabajo y no dar ejemplo. Lo invito a que los revise antes de continuar con esta publicación.
Una de las grandes lecciones que he aprendido como emprendedor, es que cada cierto tiempo debemos analizar el estado de nuestros proyectos. Cuando se inicia un emprendimiento, es usual que nos pongamos unas metas y tracemos una ruta, la cual en general pensamos que nos va a llevar muy lejos. Más allá de estos sueños, es importante tener un cronograma que acompañe a nuestros sueños. De esta forma, podemos analizar y controlar nuestro desarrollo y si vamos por buen o mal camino.
Los sueños que tenemos como emprendedores, usualmente requieren de tiempo, mucho trabajo y algo de paciencia. En ocasiones, por ejemplo cuando tenemos que mantener una familia o pagar deudas, no nos podemos dar el lujo de esperar mucho tiempo a que las cosas se den. En otras podemos ser más flexibles y tener una tolerancia más grande para que los sueños se vuelvan una realidad. El nivel de tolerancia lo definirá cada emprendedor frente a su situación actual.
En la más de una década que llevo como emprendedor y en los más de 30 años de vida que tengo al momento de escribir estas líneas, son muchas las cosas que he aprendido. Una de estas es que en algún momento de nuestra existencia vamos a fracasar en algo. Este fracaso puede ser pequeño, mediano o grande y de una u otra manera es inevitable, aunque podemos hacer cosas para que el fracaso sea menos duro. Con esto en mente, quiero compartir algunas cosas que he hecho para seguir adelante después de un fracaso.
El fracaso, así no lo parezca en el momento, nos enseña muchas cosas y nos edifica para que en el futuro seamos mejores. Alguna vez leí una frase que decía «Entre más rápida fracases, más rápido vas a ser exitoso». Creo que esta frase es muy sabia, pues como también se dice, si no nos caemos, nunca aprenderemos a pararnos. Hay dos momentos en los cuáles tenemos que sacarle provecho, si sacarle provecho, a esta situación. El primer momento es antes del fracaso y el segundo y más importante, después del fracaso.
La forma como nos educan en el mundo occidental, pocas veces nos preparan para los fracasos normales que encontramos en la vida. Si queremos aprender de estos, generalmente nos toca referirnos a literatura oriental o a autores de la llamada nueva era. En nuestro mundo pocas veces e