A principios de la década del 2000, yo creé mi primer negocio con unos compañeros de la universidad. Nuestra idea de negocio era grande (o al menos, eso creÃamos) y requerÃa un apoyo económico importante. En aquella época, encontrar inversionistas en nuestro paÃs (Colombia) era muy complejo. Hoy esto ha mejorado, sin embargo esa complejidad me hizo entender varias cosas. Una de las principales, es que con la globalización, si no se encuentra el capital localmente, es posible que en otros paÃses si se encuentre.
Hace unos 10 años, quizás más, cuándo estaba intentando formar mi primer proyecto emprendedor, con mis socios analizábamos diferentes opciones de acceso a capital para sacar adelante nuestro proyecto. Entre las opciones, estaban la banca, fondos gubernamentales, préstamos de amigos y capital de riesgo. La mejor opción siempre era el capital de riesgo, pero encontramos la triste realidad que en América Latina, era muy complejo acceder a este capital.
En ese entonces, no es que no existieran firmas de capital de riesgo, pues si existÃan. Sin embargo, estaban diseñadas para fondear proyectos de muchos millones de dólares y con un retorno casi seguro, por ejemplo, exploraciones petroleras. Para proyectos más pequeños, inferiores al millón de dólares, prácticamente no existÃa ninguna opción.
En este seriado de artÃculos, estoy escribiendo acerca de las dificultades con las que se enfrenta una persona de negocios en el mundo del emprendimiento. Antes de seguir leyendo este apartado, lo invito a que lea las dos primeras publicaciones, donde menciono la dificultad de conseguir capital y los nuevos roles que debe asumir un emprendedor. En esta tercera parte del seriado vuelvo a tocar el tema de los recursos financieros, pero bajo otra dimensión.
De esta manera volvemos al punto de partida. Al inicio de un proyecto emprendedor se requieren recursos financieros. Como se expuso en la primera parte de este seriado esta es una tarea difÃcil, debido a que para que un banco preste esta suma de dinero el emprendedor va a tener que presentar garantÃas para dicho crédito y si es con capital de riesgo, en paÃses latinoamericanos son muy limitados este tipo de recursos.
Adicional a estas dificultades que nos presentan quienes nos podrÃan prestar recursos, otras veces esta dificultad nace de las mismas manos del emprendedor. Me refiero a que aun cuando este tenga la suerte de contar con quien le otorgue el dinero, muchas veces no está dispuesto a ceder parte d
Con mi anterior publicación, que venÃa a ser mi artÃculo número 30 para este blog de Un Emprendedor, empecé un seriado de artÃculos que muestra las diferentes dificultadas a las cuales se tendrán que enfrentar los emprendedores en su camino a la independencia y al éxito en los negocios. Nuevamente quiero recalcar que lo que escribo en estas lÃneas no pretende desincentivar el camino del emprendimiento, pues debo decir que mi experiencia en este ha sido muy positiva y enriquecedora. Simplemente pretendo advertir a los que deciden avanzar por este camino para que se preparen pues aunque es un estilo de vida maravilloso, está lejos de ser fácil.
En la publicación anterior, advertà sobre la dificultad de conseguir recursos financieros a través de capital de riesgo y créditos financieros. Lo anterior va muy de la mano con lo que expondré en este artÃculo. Muchas veces siendo conscientes de la dificultad que implica conseguir recursos financieros, decidimos empezar nuestros negocios con el menor capital posible. Esto hace que muchos emprendedores tengan que enfrentarse a asumir diferentes roles que anteriormente no habÃan experimentado, tanto por la escasez de recursos que los obliga a concentrar en si mismo muchas labores como por la necesidad de vender su idea a bancos o inversionistas de riesgo.
El primer rol, que en muchas ocasiones es desconocido para los emprendedores es el rol de vendedor. Este rol puede asumirse de dos maneras de acuerdo a las necesidades de la empresa. En primer lugar el emprendedor necesitará conseguir capital en bancos o en empresas inversionistas. Asà deberá convenc
Este artÃculo es especial para mÃ, pues desde que me vinculé a este proyecto del Blog Un Emprendedor en enero de este año, he realizado varias publicaciones y con esta completo la número 30. En dichos artÃculos he tratado de compartir con los lectores del blog, herramientas que son útiles para los emprendedores además de mi experiencia en este camino del emprendimiento y los contrastes que este tiene con respecto a ser empleado, pues en mi carrera profesional he tenido la ventaja de conocer ambas caras de la moneda.
Para esta publicación número 30 y para las próximas dos publicaciones hablaré un poco sobre los temas difÃciles que debe enfrentar un emprendedor. No hago esto con la idea de desanimar a los que desean tomar este camino, pues aunque algunas de las cosas que mostraré acá pueden ser vistas como negativas, hoy más que nunca reafirmo que una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida ha sido dejar de ser empleada para convertirme en emprendedora. Simplemente creo que es más fácil enfrentarnos a las dificultades cuando sabemos que las tendremos en nuestro camino que cuando nos llegan por sorpresa.
De esta manera la primera dificultad de la que quisiera hablar es de la dificultad para acceder al créditos y capital de riesgo. Cuando vamos a crear una nueva empresa necesitaremos recursos económicos. Generalmente no contamos con estos recursos de manera personal y por esta razón debemos ir
Desde hace algún tiempo querÃa innovar en este Blog, con videos post o video blogs, de forma que complementen los artÃculos escritos. Esta es además solo una de las formas como pienso innovar en el presente año.
Para este primer video, decidà presentar un tema que constantemente me preguntan y es ¿Dónde puedo conseguir fuentes de financiación para mi Empresa? La verdad es que esta es una pregunta muy compleja, que incluye varios factores. En general existen 6 fuentes de financiación:
- Capital Propio o Familiar
- Sector Financiero
- Inversionistas Privados
- Gobierno
- Entidades Multilaterales
- Inversionistas de Riesgo
Pero incluso antes de acceder a estas fuentes de financiación, existen 3 preguntas vitales para saber donde obtener recursos:
- ¿Cuánto dinero necesita?
- ¿Con este proyecto se va a ayudar alguna población desprotegida o se va a hacer un proyecto altamente productivo?
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Cuando yo inicie la creación de mi idea de negocio tenÃa la plena conciencia de que tanto yo como mis socios éramos nuevos en el ambiente empresarial y de creación de negocios. Por esta razón, nuestra inexperiencia nos estaba confinando a la creación de una idea relativamente pequeña. SabÃamos que no Ãbamos a crear una tienda de barrio y que querÃamos algo con mayor alcance, pero esta tampoco podÃa ser muy grande. Después de muchos ires y venires, creamos una idea de negocio que tenÃa un costo de unos USD $100 ,000 (de aquà en adelante, todas las cifras en dólares americanos). Ni tan pequeña ni tan grande.
En el mundo de creación de empresas existen ideas de negocios con diferentes valores y cada cual tiene su mercado y su razón de ser. Están las denominadas tiendas de barrio, muy populares en América Latina. Aunque su costo de apertura varÃa mucho, digamos que en un barrio popular probablemente se pueda montar una buena tienda con unos $5,000 – $10,000. En caso de querer un restaurante con bar y música, los costos serán algo superiores, probablemente entre los $25,000 – $50,000. Ahora, si lo que deseamos es crear una empresa de servicios o manufactura de productos, los costos pueden ir desde los $100,000 hasta varios millones de dólares.
El abanico de opciones para crear ideas de negocio es infinito y asà lo es la inversión que requerimos para cada uno de estos proyectos. La pregunta que muchos emprendedores nos hacemos entonces es, ¿qué tan grande debe ser mi idea y qué tanto capital solicitar? Aunque esto depende del negocio a crear (por ejemplo, montar un tienda de barrio con un capital de $500,000 tendrÃa poco sentido), les voy a contar lo que he aprendido.
Latinoamérica: Un Mercado de Ideas Pequeñas
En mi experiencia como emprendedor he tenido el placer y fortuna de compartir experiencias con muchos emprendedores, principalmente colombianos. Me atrevo a decir que un alto porcentaje de estos emprendedores requieren muy poco