Hace un poco más de 5 años, soy trabajador independiente y es algo que no cambiaría por nada del mundo. En este tiempo me han ofrecido varias veces trabajos muy bien pagos y entre comillas, «estabilidad económica». Sin embargo, siempre llego a la conclusión que no cambio mi independencia por todo el dinero del mundo.
Ser un trabajador independiente es genial, pero no siempre todo es color de rosas. Hay elementos que van en contra de ser independiente y es algo que claramente no es para todo el mundo. Lo he dicho en el pasado y lo repito hoy: los independientes (emprendedores) tenemos algo de locos.