Otra vez escribo una nueva entrega para este seriado que he dedicado a errores que con frecuencia los jefes cometen. Esta es mi onceava publicación y pronto finalizará este seriado. Antes de seguir lo invito a leer sobre otros errores comunes que se cometen cuando tenemos gente a cargo:no propiciar un buen ambiente de trabajo, corregir de manera errónea a los empleados, no tener la capacidad de delegar, tener personas indispensables en su equipo, no escuchar a nuestro equipo de trabajo, no dar ejemplo, no tomar decisiones, no propiciar el crecimiento de su equipo, no promover la disciplina y tener analistas que sólo ejecutan. Hoy hablaré de un tema relacionado con el error que ya mencioné sobre no escuchar a nuestro equipo, pero con un agravante y es creer que cómo jefes siempre tenemos la razón.
En el año 2008, la empresa que había creado y a la cual le había puesto todo mi esfuerzo, invertido recursos y tiempo estaba en la quiebra. Hoy en retrospectiva puedo reconocer que cometí muchos errores, muchos de ellos por inexperiencia. Actualmente y por un buen tiempo estoy pagando deudas que asumí con esta empresa.
No es fácil vivir la quiebra de una empresa, que además en mi caso, se volvió una quiebra a nivel personal. Como he mencionado en el pasado, usualmente nos enseñan a que el fracaso se tiene que evitar a toda costa, pero no nos enseñan a ser exitosos. Por ejemplo, es triste ver como muchas personas que tienen problemas en sus empresas o problemas financieros personales acaban tomando decisiones extremas, como el acabar con sus vidas. Sin embargo, esta quiebra me mostró que esta situación no tiene por que ser el fin del mundo.
En nuestro mundo moderno, las métricas son abundantes. Bien sea para nuestra vida personal, como para la vida profesional, las métricas nos muestran nuestro progreso y estado, y nos permiten tomar decisiones. Hace unos días le escuchaba a una persona decir, que todas las funciones humanas son susceptibles de medir y creo que tiene toda la razón.
El objetivo de esta pequeña serie de artículos, que inicio el día de hoy, es hablar sobre las métricas y cómo se deben usar en diferentes campos. Para este primer artículo, hablaré de las métricas en nuestras empresas (u organizaciones o negocios de todo tipo).
Vivimos en un mundo donde el tiempo es un bien escaso. La agitada vida moderna nos tiene a muchas personas corriendo de un lado a otro, de una reunión a otra, de trancón (embotellamiento o taco para quienes no entiendan) en trancón. En fin, es una vida de afanes, donde son pocos los momentos que tenemos para tomarnos una pausa, pensar en lo que queremos y a veces, es un obstáculo para lograr nuestros sueños y metas.
Los emprendedores no somos ajenos a esta situación. De hecho, a veces los emprendedores somos víctimas de primer orden. Hace poco un amigo me dijo lo siguiente, que muchas veces somos «esclavos de la independencia». Yo extendería esto a decir, que muchos «somos esclavos del emprendimiento». Como en todo, esto tiene muchos matices y existen muchas formas de verlo, así que esta esclavitud tendrá muchos niveles, al igual que muchas causas. Sin embargo, una de las causas definitivamente se encuentra en la falta de tiempo.
Yo tengo una lista muy larga de razones por la cuáles decidí ser Emprendedor y muchas las he compartido en este espacio. No voy a hacer esta lista en este momento, pero quiero recordar una razón que sé que muchos emprendedores comparten conmigo: Tener Tiempo. Es un «Tener Tiempo» para hacer las cosas que son relegadas en la vida. Son las cosas que para mí son importantes, pero que la vida moderna no siempre nos permite dedicarles tiempo. Entre otras, está el poder tener calidad de vida, compartiendo con la familia, los amigos y porque no, teniendo tiempo para