A principios de la década del 2000, yo creé mi primer negocio con unos compañeros de la universidad. Nuestra idea de negocio era grande (o al menos, eso creíamos) y requería un apoyo económico importante. En aquella época, encontrar inversionistas en nuestro país (Colombia) era muy complejo. Hoy esto ha mejorado, sin embargo esa complejidad me hizo entender varias cosas. Una de las principales, es que con la globalización, si no se encuentra el capital localmente, es posible que en otros países si se encuentre.
El Blog Un Emprendedor, que actualmente pertenece a mi firma consultora, Consultorías 360°, es un proyecto que empezó a mediados del año 2009. Es decir que al momento de escribir estas líneas, el Blog acaba de cumplir 6 años de vida. Durante este tiempo he compartido parte de mis conocimientos, errores que cometí (para que otros los eviten), así como elementos que han sido positivos, entre muchos otros. Actualmente mi hermana María Fernanda Gómez también escribe para este Blog.
En múltiples artículos he hablado sobre “mi empresa”, esa que cree hace más de 10 años y la cual finalmente se quebró y perdí mucho dinero (que todavía estoy pagando). Pocas veces he entrado en los detalles de aventura emprendedora y sé que muchas personas me han preguntado sobre la misma. Hace varios años quería escribir un poco sobre esta empresa, inicialmente en forma de video, pero bueno, finalmente hoy escribiré un poco sobre esta y lo qué sucedió. No compartiré nombres ni otra información, que ni pone ni quita.
Hace muchos años llegué a la conclusión de que como emprendedor, no podía lograr todo por mi cuenta. En múltiples momentos de mi ruta como emprendedor, he tenido el apoyo de muchas personas, incluyendo familiares y amigos. Aunque muchos de ellos no han intervenido de forma directa para que lograra mis metas, si me han ayudado al menos con un buen consejo o con ayudarme a mantener la fe para continuar mi ruta.
Durante mis más de 18 años como emprendedor he cometido muchos errores, pero también he logrado cosas gigantescas. Soy consciente que no habría logrado tantas cosas sin la ayuda de estas personas y que no habría salido de mis problemas si no contara con su apoyo. De esta forma, para mi la gente que está a nuestro alrededor son una de las claves para conseguir prácticamente cualquier cosa.
Quienes hemos tomado de forma seria la ruta emprendedora, usualmente somos personas con muchas tareas y compromisos. En un momento dado, independiente del estado o avance de nuestros proyectos, somos responsables de múltiples tareas. Por estas razones y para mantenernos enfocados hacia nuestras metas, es que es tan importante el orden en nuestras vidas.
Algunas personas somos más ordenados que otros, lo cual me lleva a decir que adoptar buenas prácticas de orden no es una mala idea. Por ejemplo, están quienes son aparentemente desordenados, pero en sus sistema particular, pueden dar información de casi cualquier cosa. Si este es el caso, bienvenido sea, siempre y cuando el sistema no deba ser compartido con otra persona que no lo entienda.
Aunque yo amo mi vida como emprendedor, la verdad es que esta es una ruta compleja y que no es para todo el mundo. Por ejemplo, conozco personas que me han dicho que nunca serían emprendedores y que prefieren tener un empleo fijo, dónde su futuro es estable, al menos en la teoría. Esta visión es comprensible, pero es algo que riñe fuertemente con mi forma de pensar. Yo he sido emprendedor y empleado y no cambio mi faceta emprendedora por nada del mundo.
Dicho lo anterior, recalco que ser emprendedor no siempre es fácil y que nos veremos enfrentados a múltiples obstáculos. Para salir adelante debemos contar con las mejores herramientas y una de estas es estar bien informados. En el mundo moderno regido por Internet y la información, los emprendedores tendremos una ventaja competitiva si aprovechamos estas.
El título de este artículo, lo inicio como una pregunta y una modificación de la vieja frase que dice que la fe mueves montañas. Hice estos dos pequeños cambios, pues quería analizar esta frase y cómo nos puede ayudar en nuestra vida como emprendedores.
Aunque con frecuencia esta frase nos lleva a pensar en la fe que tenemos en Dios y la religión, yo quiero apartarme un poco de esta idea. No es que la fe en Dios o en la religión sea mala, solo que la quiero mirarla desde otro punto de vista. Además al tener un análisis más amplio, estoy dando cabida tanto a personas religiosas y creyentes, así como aquellas que no lo son.
Una de las grandes lecciones que he aprendido como emprendedor, es que cada cierto tiempo debemos analizar el estado de nuestros proyectos. Cuando se inicia un emprendimiento, es usual que nos pongamos unas metas y tracemos una ruta, la cual en general pensamos que nos va a llevar muy lejos. Más allá de estos sueños, es importante tener un cronograma que acompañe a nuestros sueños. De esta forma, podemos analizar y controlar nuestro desarrollo y si vamos por buen o mal camino.
Los sueños que tenemos como emprendedores, usualmente requieren de tiempo, mucho trabajo y algo de paciencia. En ocasiones, por ejemplo cuando tenemos que mantener una familia o pagar deudas, no nos podemos dar el lujo de esperar mucho tiempo a que las cosas se den. En otras podemos ser más flexibles y tener una tolerancia más grande para que los sueños se vuelvan una realidad. El nivel de tolerancia lo definirá cada emprendedor frente a su situación actual.
En las últimas semanas he escrito varios artículos en el Blog Un Emprendedor, en el cual he abordado temas que tienen que ver con positivismo, mejorar nuestra calidad de vida y más. Esto lo hago, pues casi toda mi vida he sido una persona positiva, que como todos afronta problemas y que he aprendido que todo es posible y que a pesar de nuestra condición mortal, todo es posible. Desde hace un par de años comparto este conocimiento en el Blog Excelente y Mejorando y ocasionalmente me gusta traer estos temas a este espacio, que es consultado primordialmente por emprendedores.
En el año 2008, la empresa que había creado y a la cual le había puesto todo mi esfuerzo, invertido recursos y tiempo estaba en la quiebra. Hoy en retrospectiva puedo reconocer que cometí muchos errores, muchos de ellos por inexperiencia. Actualmente y por un buen tiempo estoy pagando deudas que asumí con esta empresa.
No es fácil vivir la quiebra de una empresa, que además en mi caso, se volvió una quiebra a nivel personal. Como he mencionado en el pasado, usualmente nos enseñan a que el fracaso se tiene que evitar a toda costa, pero no nos enseñan a ser exitosos. Por ejemplo, es triste ver como muchas personas que tienen problemas en sus empresas o problemas financieros personales acaban tomando decisiones extremas, como el acabar con sus vidas. Sin embargo, esta quiebra me mostró que esta situación no tiene por que ser el fin del mundo.
La mayoría de personas, al menos quienes crecimos con enseñanzas de occidente, no hemos sido criadas para enfrentar el fracaso. Desde muy pequeños se nos enseña que el fracaso es algo que debemos evitar a toda costa. Pero a la vez, no se nos enseña a ser exitosos, algo que verdaderamente es contradictorio y una paradoja.
Después de muchos años de estar en esta tierra, de ser emprendedor y de haber fracasado, me di cuenta que el fracaso no tiene que ser algo malo. No es que diga que es bueno fracasar, pues siempre será mejor lograr el éxito que fracasar. Sin embargo, cuando fracasamos, nos estrellamos y perdemos dinero, aprenderemos cosas que de otra forma no lo haríamos.