La mayoría de personas, al menos quienes crecimos con enseñanzas de occidente, no hemos sido criadas para enfrentar el fracaso. Desde muy pequeños se nos enseña que el fracaso es algo que debemos evitar a toda costa. Pero a la vez, no se nos enseña a ser exitosos, algo que verdaderamente es contradictorio y una paradoja.
Después de muchos años de estar en esta tierra, de ser emprendedor y de haber fracasado, me di cuenta que el fracaso no tiene que ser algo malo. No es que diga que es bueno fracasar, pues siempre será mejor lograr el éxito que fracasar. Sin embargo, cuando fracasamos, nos estrellamos y perdemos dinero, aprenderemos cosas que de otra forma no lo haríamos.