Esta semana es un poco atípica para mí. Yo pertenezco a un Club de Servicio/Asociación Cívica llamado Activo 20-30, para mí la organización más grande del mundo. Esta semana se realizará un evento internacional que me estará llevando a República Dominicana, por lo cual estaré ausente parte de la semana y por lo cual escribiré un poco menos en este Blog.
En Activo 20-30 nos dedicamos a varias cosas, una de ellas a ayudar a la comunidad, en especial a la niñez desamparada. Estas causas sociales siempre me han gustado y de hecho fue la razón por la cual entré a esta organización. Quiero aprovechar este momento para abordar un tema muy interesante que es ¿Cómo iniciar un Emprendimiento Social? Sé que no todo el mundo tiene interés por este tema, pero si a usted le hace «cosquillas» el emprendimiento social, lo invito a seguir leyendo.
El Plan de Negocio es una de las principales herramientas con las que cuentan los Emprendedores. Aunque no todos los emprendimientos están respaldados por Planes de Negocios, esta es una herramienta muy importante que facilita la creación de empresas y que reduce los riesgos asociados a la misma. Además el Plan de Negocios será una herramienta vital y necesaria a la hora de buscar financiación y para darse a conocer en el mundo académico (por ejemplo, a través de concursos de Planes de Negocios).
En mis aproximadamente 10 años como emprendedor he realizado varios Planes de Negocios, algunos para Ideas de Negocios que he desarrollado, otros netamente como ejercicios académicos. Esta experiencia me ha permitido validar la importancia de los Planes de Negocio y su utilidad a la hora de plasmar y desarrollar una idea de negocio. Sin embargo, esta misma experiencia me ha mostrado que los Planes de Negocio tienen sus defectos y fallas.
Soñando con el Papel
Un viejo y popular adagio dice que el Papel Aguanta Todo. En otras palabras, este adagio dice que todo escrito se ve muy bonito y factible, pero que la realidad puede ser otra. A través del papel se pueden crear grandes empresas, con proyecciones de grandes resultados financieros, pero a la hora de la verdad, puede que hacer esto no sea tan sencillo. Al escribir soñamos, y al soñar podemos crear lo que deseemos, incluso cosas inalcanzables.
Ahora, si nos trasladamos del papel tradicional, en el cual escribimos a puño y
Todas las grandes empresas y proyectos que conocemos hoy, nacieron de algo muy sencillo: una idea. Esta idea pudo ser el resultado del trabajo y experiencia de uno de los emprendedores o de su grupo de trabajo. La idea también pudo haber nacido como la identificación de una oportunidad que el mercado no satisfacía o lo hacía a medias. Pero más allá de cómo fue la forma como nació la idea, lo que es claro es que el camino que le sigue a esta suele ser largo y para nada trivial.
La idea es vital en la creación del negocio y su importancia no puede ser despreciada. Sin embargo este es solo el primer paso, o la «cuota inicial» para un camino largo, que algún día acabará en la empresa. Claro, hay muchas grandes ideas que no pasan de ser esto, una idea y aquí suelen morir. Así que el gran reto del emprendedor es llevar la idea a la práctica, haciendo todo lo que está en el camino del emprendedor, como lo es elaborar el Plan de Mercado, la creación del Plan de Negocios, la consecución de Capitales, la puesta en marcha de la empresa y lograr el éxito de la misma.
A continuación voy a realizar una pequeña guía de los pasos que considero son los más importantes para sacar adelante una idea, de forma que algún día esta se puede convertir en un proyecto real y viable.
Paso No. 1: Escriba en una Hoja de Papel su Idea
Usted ya tiene su idea y la ha pensando. Puede que la idea no sea perfecta y que esta se pueda mejorar. Siempre las ideas podrán ser mejoradas, pero esto no es un problema en este momento. No importa que tan avanzada o no esté su idea, es de suma importancia que la lleve al papel y la tenga clara.
Para realizar este proceso recomiendo que consulte Read more →
La mayoría de emprendedores por naturaleza somos grandes soñadores. Partimos de un sueño, de una idea. Esta idea se convierte en nuestro motor, en nuestro futuro, en gran parte de lo que somos y lo que seremos. Este sueño y esta idea nos van a llevar muy lejos y a conseguir nuestras metas, que es la libertad económica, el éxito profesional y personal, y el poder ayudar a otras personas, entre otros aspectos. Y todo esto está bien, de hecho aquí en el «sueño» y la «idea» recae la belleza del emprendimiento. Por este sueño y esta idea es que el emprendedor lucha día a día, llegando muchas veces a realizar acciones extraordinarias.
Sin embargo yo considero que la idea es apenas la «cuota inicial» de cualquier emprendimiento. Claro, la idea es vital ya que sin esta no habría nada más. Y esta es una enseñanza muy valiosa que aprendemos todos los emprendedores y que hoy quiero compartir con todos mis lectores.
Cuando yo estaba en el bachillerato y teniendo unos 15 o 16 años cree mis primeros intentos de negocios. Antes había tenido ideas de emprendimientos, pero nunca los había sacado adelante ya que se quedaban en simples ideas. Pero cuando tuve la primera oportunidad de crear un negocio, decidí embarcarme en esta gran aventura. Cuando uno crea estas ideas el panorama es perfecto, casi como para tomar una foto, enmarcarlo y colgarlo en una pared. Todo parece ser color de rosa, puro sol y ni una sola nube. Pero la realidad es otra, a pesar de que hago la salvedad que igual es una realidad inter
Las ideas para crear nuevos emprendimientos suelen nacer a partir de 2 fuentes. La primera es cuando una persona tuvo una idea y decidió convocar a otros para llevarla a cabo (esto claro está, pensando que quien tuvo la idea decide trabajar en grupo y no independientemente). La segunda forma es cuando se reúne un grupo de trabajo para pensar en creación de nueva ideas cuya finalidad es la creación de proyectos y empresas. Ambas formas son totalmente válidas y de estos esquemas han salido grandes ideas de negocios.
Hace algún tiempo escribí un artículo titulado Aspectos Generales para Crear Sociedades donde menciono lo difícil que puede ser llegar a crear sociedades. Por sociedad me refiero a la constitución legal de una empresa, donde existe una serie de socios que son los dueños de esta. En este artículo exploro algunas de las razones para armar una sociedad así como unos consejos sobre la gente que idealmente se deben buscar para participar de la misma.
En este artículo voy a retomar en parte este tema, pero enfocado a las enseñanzas que yo tuve de este proceso con mi empresa. Inicio contándole como conseguí mis socios y lo que aprendí de este proceso.
¿Trabajar en Grupo o Solo?
En los primeros semestres de universidad, estudiando Pregrado de Ingeniería de Sistemas y Computación tuve una buena idea para crear un negocio. Era una idea fresca, que tenía mercado y que desde todo punto de vista parecía que sería un éxito – o al menos eso pensaba en ese entonces. Al crear esta idea uno de los primeros puntos que tuve que analizar es si el desarrollo de la misma lo podía hacer yo solo o si necesitaba de un equipo.