En el mundo laboral existen diferentes tipos de empresas, con diferente cultura y diferentes condiciones. Existen empresas, por ejemplo, a las cuales no les preocupa mucho sus recursos humanos y las condiciones como estos viven. En cambio hay otras que sí se preocupan mucho por sus empleados y quieren que ante todo estos estén bien, pues se han dado cuenta que una persona que esté alegre con su trabajo y que tenga tiempo de realizar sus actividades personales y no solo dedicarse a la empresa trabaja mucho mejor. Antes de que yo decidiera independizarme, tuve la suerte de trabajar en una empresa de este tipo, a diferencia de muchas de las personas que conozco. De esta manera, a excepción de que tuviera algún proyecto especial o alguna entrega, yo podía trabajar entre 40 y 45 horas a la semana, lo cual me parece justo y me permitía tener una buena calidad de vida.
En el momento en que decidí independizarme sabía que otra vez me iba a enfrentar a alguno de estos dos escenarios, pero para mí era claro que quería permanecer en el segundo. He oído a muchos emprendedores decir que no les importa tener que trabajar mucho más si saben que están trabajando por sus proyectos y no por los de los demás.
Estoy de acuerdo con ellos pero he aprendido a estarlo solo hasta cierto punto. Cuando empezamos a luchar por nuestros emprendimientos, seguramente vamos a tener que meterle más tiempo y energía para lograr sacarlo adelante. Sin embargo desde mi punto de vista, considero que esto es útil y tal vez necesario en unos primeros años donde nuestro proyecto es muy joven y debemos dedicarle mucho tiempo, pero con el tiempo esto debe ir cambiando, sino no estamos recorriendo el camino de la manera correcta.
Si nuestro negocio está recorriendo