Hoy en día son más y más las formas como se unen el mundo físico con el mundo virtual. Actualmente ni las empresas de ladrillo y concreto, que aún piensan vender sus productos en tiendas físicas pueden ser ajenas a Internet. Por esa razón día a día son más los negocios que abren presencia en páginas web y redes sociales buscando no solo dar mayor información a los posibles clientes sino también generando comunidades unidas bajo su marca y los temas de interés para estos.
Con todo lo anterior, la relación con el cliente ha dado un giro total en la última década. La relación que anteriormente se limitaba a ciertos clientes que interactuaban con la empresa únicamente para comprarles productos y servicios ahora va mucho más allá compartiendo información, contenidos y sugerencias entre muchos otros. Son muchas las empresas que todavía son reacias a este tipo de relación, pues al ser público, una crítica o problema con la empresa puede viajar a través de las redes sociales en cuestión de minutos.
Sin embargo también son muchas las empresas que han aprovechado esta nueva relación con sus clientes y le han sacado un máximo provecho. Además del contenido que ellas pueden compartir por sus medios y de la relación directa con cada uno de los clientes que las siguen, también han aprovechado para generar Evang