Decidí dedicar este seriado a una problemática que actualmente aqueja a muchos empresarios: la falta de tiempo. Aunque puede que nuestro oficio nos obligue a realizar varias labores en poco tiempo, creo que existen maneras para organizarnos y lograr ser más productivos. Así, desde la pasada publicación estoy presentando algunos consejos para lograr que nuestro tiempo nos rinda más y no desperdiciemos este valioso recurso con el que contamos. A continuación seguiré presentando algunas cosas que podemos realizar para lograr un mejor manejo del tiempo.
Sin duda alguna un tema que agobia hoy en día a los empresarios es la falta de tiempo. Aunque puede ser cierto que son muchas las actividades que debemos realizar diariamente, creo que también puede que en ocasiones estemos fallando en cuanto a organización, priorización y manejo del tiempo. Son muchas las acciones que podemos emprender para lograr que nuestro día se organice de mejor manera y que logremos aprovechar al máximo el tiempo. En esta publicación y las próximas voy a compartir con mis lectores algunos consejos que pueden ayudar a que mejoremos la organización de nuestro día.
En el mundo laboral se puede decir que existen dos condiciones o estados, ser empleado o ser independiente. En mi vida laboral he tenido la fortuna de conocer ambos lados de la moneda. Hasta hace un poco más de un año, antes de decidir independizarme, trabajé para una importante empresa del sector financiero de mi país. Pertenecer al listado de empleados de una empresa trae consigo algunos beneficios. Para mí el más importante, y creo que en esto concordaré con la mayoría de personas, es la seguridad económica que esto me brindaba. Yo sabía que sin importar que pasara, la última semana del mes recibiría mi pago. Sin embargo, como se sabe todo en esta vida tiene su precio, y esta estabilidad económica la recibía a cambio de algo que para mí tiene un precio muy alto: mi calidad de vida.
Por este motivo hace más de un año, decidí independizarme y tomar el camino del emprendimiento como plan de vida. Al tomar esta decisión tuve la fortuna de contar con el apoyo de mi familia y pocas deudas lo cual lo convertían en una decisión fácil para mí. Cuando se toman estas medidas se debe tener claro que existe un alto riesgo de que un emprendimiento no llegue a vivir más de un par de años, o incluso meses, si no se cuentan con diversos elementos que logren plasmar la idea del negocio a la realidad. Sin embargo los que hemos tenido la oportunidad de pasar de ser empleados a ser independientes, sabemos que aún cuando no es una decisión fácil, la recompensa puede ser muy grande pues se puede lograr tener los dos premios principales: calidad de vida y estabilidad económica.
Así se puede ver cómo esto básicamente funciona como cualquier inversión financiera: a mayor riesgo, mayor puede ser la rentabilidad o en su defecto la pérdida. Supongo que es por este motivo que más de una vez he oído a las personas decir que entre más joven se haga este cambio más fácil será. Es cierto que con el tiempo las personas crecemos y así mismo van creciendo nuestras responsabilidades. Con el tiempo dejamos de vivir con nuestros padres, adquirimos nuestro propio hogar, nos casamos, tenemos hijos y todas estas cuentas se si