Cuando estamos creando empresa, una de las primeras acciones que debemos emprender es la búsqueda de capital. Son muy pocos los casos en los que tenemos el dinero suficiente para mantener nuestra empresa hasta que empiece a ser rentable y aun si este es nuestro caso, no debemos descartar el ingreso de algún tipo de inversionista con el fin de crecer nuestro proyecto. Por esta razón es muy importante valorar muy bien el negocio que tenemos en nuestras manos antes de buscar dicho capital.
Un error que en ocasiones cometen los emprendedores, es precisamente este: no tener una buena valoración de su empresa. Si el empresario no es consciente del gran valor que tiene su proyecto, entregará una gran parte de este a cambio del capital de los inversionistas, lo cual lo dejará con una pésima estructura accionaria.
Por ejemplo una estructura en donde el emprendedor quede con el 20% de la empresa y los inversionistas con el 80%, lo limitarán en un futuro para muchas cosas. En primer lugar este no será el accionista mayoritario por lo que su voz y voto no valdrá mucho. Así serán los inversores quienes determinen el rumbo de la empresa. En segundo lugar, en caso de requerirse una segunda ronda de inversión, este tan solo será dueño de un 20% lo cual puede implicar dos situaciones: o que los nuevos inversionistas no estén interesados en tan poca participación o que el empren