Este seriado lo he dedicado a una herramienta que considero muy importante para cualquier empresa sin importar su tamaño: el plan estratégico. Así en las últimas publicaciones he ido mencionando los diferente elementos con los que un plan estratégico debe contar: misión y visión, objetivos estratégicos, indicadores y metas y finalmente planes de acción y responsables. Sin embargo en esta ocasión he decidido cerrar con una reflexión y es la importancia del seguimiento al plan estratégico.
Retomando el seriado que he dedicado al plan estratégico de la empresa, creo que hasta este punto este puede sonar a un nivel bastante estratégico y poco táctico, o en otras palabras muchos objetivos por lograr pero sin un claro camino que hay que recorrer para lograrlos. Así he explicado que se debe partir de una misión y una visión, definir los objetivos estratégicos y unos indicadores y metas para dichos objetivos.
Pero el plan estratégico va mucho más allá y plantea la manera de lograr los objetivos estratégicos a través de planes de acción. Así el siguiente punto es determinar planes de acción por cada uno de los objetivos estratégicos. Por lo general se requiere más de un plan de acción por objetivo estratégico y estos pueden ser tanto actividades recurrentes como proyectos. Voy a explicar lo anterior mediante un sencillo ejemplo. Si uno de los objetivos estratégicos es ser la empresa de nuestro sector con mayor número de ventas (tan solo como ejemplo, pues está muy básico), un plan de acción recurrente es realizar seguimiento a los vendedores mensualmente y un plan de acción que es un proyecto sería proveer a todos los vendedores con un vehículo (lo cual les ayudaría a movilizarse más rápido).